TOMÁS ZUMALACÁRREGUI INSTAURA UNA SEVERÍSIMA DISCIPLINA MILITAR.
“Don Carlos V, por la gracia de Dios rey de las Españas, y en su nombre don Tomás Zumalacárregui, comandante general de Navarra y en jefe de las tropas de Guipúzcoa y Vizcaya.
“Hago saber a todos y a cada uno de los individuos de este ejército, que deseando cortar los abusos que acostumbra a haber, llegado el caso de un combate, se dictan los artículos siguientes:
“1º. Todo voluntario, cabo o sargento que volviese la espalda al enemigo sin expresa orden del que estuviere mandando, será privado en el acto de la vida.
“2º. Todo voluntario, cabo o sargento que en el acto del combate profiera las cobardes y alarmantes voces “que nos cortan… que viene la caballería… que no tenemos municiones” y otras de esta especie, sufrirá irremisiblemente la pena de muerte.
“3º. Todo voluntario, sargento u oficial que cuando le mandase su jefe acometer a la bayoneta no le obedeciese será pasado por las armas.
“4º. El oficial que teniendo orden de defender a toda costa un puesto lo abandonase o no hiciese la defensa posible, sufrirá irremisiblemente la pena de muerte.
“5º. Asimismo será juzgado en el consejo de guerra y se le aplicará la misma pena a todo jefe que dejare impunes los delitos que expresan los dos primeros artículos.
“El precedente bando se publicará al frente de los batallones.
“Cuartel general de Nazar, 28 de diciembre de 1833.”
Ildefonso Antonio Bermejo, La estafeta de Palacio, Madrid, 1871, Tomo I, p. 77.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero