TERREMOTOS EN AL-ÁNDALUS. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

04.02.2021 16:11

               

                Los andalusíes se enfrentaron periódicamente a los efectos de los terremotos que asolaron la península Ibérica a lo largo de la Edad Media. Fue un sino con el que también bregaron las gentes que los antecedieron y las que les sucedieron.

                Distintos autores, como Al-Sala, nos brindan interesantes noticias. Se trataría de los episodios sísmicos más notables, con intensidades fuertes y con una duración que a veces se estableció en un año de descargas diferenciadas. Castillos, murallas, mezquitas y casas particulares cayeron a menudo. El temor determinó a muchos habitantes de las ciudades a escapar al campo, una reacción que se ha dado también en otros tiempos.

                Los pensadores religiosos atribuyeron los terremotos a la mano de Alá, que de esta forma avisaba con severidad o corregía a las comunidades que caían en la impiedad, otra tendencia también compartida por otras civilizaciones. Sin embargo, los historiadores nos brindan ocasionalmente elementos de carácter más racionalista para explicar los seísmos, relacionados con los vapores terrestres. La niebla se consideró a veces un aviso de aquéllos.

                En el año 881 grandes movimientos sísmicos afectaron al África del Norte y a la Península, con graves daños en las urbes.

                El área de Córdoba, tan importante políticamente, padeció terremotos en el 944 y el 955.

                El siglo XI es pródigo en noticias de terremotos. Los de los años 1024-5 quebrantaron el territorio andalusí, sin mayores precisiones; los de 1048-9 resultaron especialmente horrorosos, según las fuentes, y castigaron Vera, los Vélez, Murcia y Orihuela (área de gran riesgo sísmico); y los de 1079-80 se cebaron en el territorio de Málaga.               

                El terremoto de 1169-70 resultó notable. Las distintas descargas se alargaron durante un año. Afectó primero a Andújar, y más tarde a Córdoba, Granada y Sevilla, ciudades de primera categoría. Se sostiene que alcanzó a más territorios andalusíes y que llegó a afectar al Toledo cristiano, al parecer.          

                En 1221, el Sur peninsular fue azotado por los terremotos. La musulmana Vera encajó un fuerte episodio sísmico en 1406.

                Quizá uno de los episodios más conocidos, también por las fuentes cristianas, fue el de 1431, que asoló el corazón del sultanato de Granada, hasta tal extremo que algunos autores le han atribuido el final de la campaña castellana tras la victoria de La Higueruela. El palacio de los Alixares padeció importantes daños. Los seísmos también afectaron a Almería y se dejaron sentir en Ciudad Real y Murcia. El tributo pagado a la naturaleza se hacía verdaderamente terrible.

                 Bibliografía.

                Terremotos de Julio de 1431 en Atarfe y Granada, Oficina Web UGR, Instituto Andaluz de Geofísica, Universidad de Granada, 2021.

                José Manuel Martínez Solares y Julio Mezcua, Catálogo sísmico de la Península Ibérica (880 a. c.-1900), Madrid, 2002.

                José A. Peláez, Juan C. Castillo, Mario Sánchez, José M. Martínez y Carlos López, “Fuentes medievales y posibles evidencias arqueológicas del terremoto de Andújar de 1170”, Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 192, 2005, pp. 139-177.