El semper augustus es un bulbo de tulipán, que aunque parezca simple creó una gran euforia de compra en la Holanda del siglo XVII. Alcanzó el precio más caro. Un bulbo llegó a valer 6.000 florines. El cronista inglés Charles Mackay refiere un caso más que curioso.
Un mercader rico llegó a satisfacer 3.000 florines por un semper augustus especialmente exótico, que desapareció de su depósito. Tras mucho buscarlo el mercader encontró a un marinero que se lo había comido creyéndolo una cebolla. Al marinero se le detuvo inmediatamente y se le sentenció a seis meses de reclusión.
La "tulipomanía" es considerada por muchos historiadores de la economía como Carlo M. Cipolla como la primera euforia especulativa de la Historia Moderna, muy semejante a las burbujas inmobiliarias y económicas de nuestros días.
La euforia en la progresiva Holanda se produjo en plena Guerra de los Treinta Años, cuando Europa sufrió una temible inflación dentro de una crisis económica general muy complicada, capaz de segar hasta un tercio de la población de muchos lugares, especialmente en el Centro del continente.