SAMNITAS Y ROMANOS SE DISPUTAN ITALIA. Por José Hernández Zúñiga.

02.04.2015 09:18

                

                En el siglo VI antes de Jesucristo comenzaron a desplazarse los pueblos sabelios de los Apeninos hacia la Campania y la Lucania, quebrantando el poder etrusco en la Italia meridional. Tales movimientos diferenciaron a los sabelios de la planicie litoral (influidos por la cultura griega y etrusca) de los del interior de los Apeninos, la confederación de los samnitas.

                Italia en el 500 antes de nuestra Era.

                

                En el 354 antes de nuestra Era la emergente Roma firmó un tratado con la confederación para aniquilar a la liga latina. El entendimiento se quebró tan pronto como los romanos pusieron sobre la mesa sus ambiciones territoriales y comerciales sobre Capua, también pretendida por los samnitas. En el 341 antes de Jesucristo los dos rivales alcanzaron un acuerdo puntual sobre sus esferas de influencia sobre Campania.

                La guerra se encendió en el 326 por el dominio de la griega Nápoles, consumida por las luchas entre facciones. Hasta el 321 el conflicto se redujo a escaramuzas e incursiones, pero en aquel entonces los romanos irrumpieron en las montañas samnitas, cayendo en un desfiladero cerca de Caudium ante Gavio Pontio. Los supervivientes fueron humillados pasando por debajo de un arco formado por tres lanzas. Se trató del desastre de las horcas caudinas.

                El senado no tuvo más remedio que aceptar una precaria paz, pero el temor de las ciudades de Apulia a los expansivos samnitas les ofreció una nueva ocasión de revancha a los romanos. En esta ocasión atacaron por tres frentes, aunque fueron nuevamente abatidos por Gavio Pontio en Lautulae. En compensación los samnitas cayeron en Tarracina.

                Ambos contendientes trataron por todos los medios de ganarse nuevos aliados en Italia y de alzar a los sometidos a su contrario, como ciertas ciudades etruscas contra Roma. Entre el 312 y el 310 antes de Jesucristo se tendió la famosa Vía Apia entre Roma y Capua para el desplazamiento de tropas. Esta situación de guerra interminable pareció tocar a su fin cuando los romanos irrumpieron con éxito finalmente en los Apeninos, tomando Bovianum. Los samnitas, atenazados por Tarento, se vieron obligados a ceder una serie de puntos en Campania y Apulia.

                    

                En el 298 la guerra entre romanos y samnitas volvió a estallar, presionando los primeros entre Campania y Apulia e intentando los segundos comunicarse territorialmente con los etruscos, galos y umbros cercanos a Clusium. En el 295 antes de nuestra Era las huestes romanas consiguieron con grandes esfuerzos vencer en Sentinum a samnitas y galos. La gran coalición antirromana se deshizo, los etruscos fueron definitivamente sometidos por Roma, los sabinos perdieron su independencia y los samnitas perdieron una parte considerable de su territorio en el 290.

                Roma se perfilaba como la gran potencia de la península itálica, dispuesta a abatirse sobre los galos y los griegos del Sur. La confederación samnita estuvo dirigida por grandes comandantes, capaces de aprovechar en su favor los accidentes del territorio, aunque careció de la solidez institucional de la república romana, regida por su aristocrático senado, fundadora de colonias y capaz de levantar legiones y de acordar ventajosos pactos de federación. Las guerras samnitas forjaron su grandeza.