El zar Pedro I de Rusia nació en Moscú un 29 de junio de 1672, hijo de Alexis I y de su segunda mujer Natalia Narýshkina. Educado por profesores particulares, más adelante estudió con gran interés los secretos del arte militar y naval. Sucedió a su hermanstro Teodoro III al frente de una Rusia llena de problemas.
Bajo la regencia de su también hermanastra Sofía compartió el trono con su hermanastro mayor Ivan IV de 1682 a 1689, rigiendo a partir de este año Rusia en solitario, introduciendo grandes novedades. Prohibió no pocas costumbres por considerarlas incivilizadas. Ordenó cortar las largas barbas, vestir a la europea, vio con malos ojos el alcoholismo y las peleas de osos, permitió el acceso a personas sin título nobiliario al cuerpo de oficiales, y sustituyó el alfabeto eslavo por otro similar al latino.
Se enfrentó con decisión a la Suecia de Carlos XII, a la que derrotó en la batalla de Poltava. Fundó la gran capital de San Petersburgo en las tierras ganadas del Báltico. Como sostuvo Voltaire fue un salvaje que civilizó a Rusia, incorporándola definitivamente a Europa y desgajándola más del universo de las estepas tártaras. Una neumonía acabó con su vida un 8 de febrero de 1725.