18.10.2014 13:29
Los comienzos de la especie humana siempre han intrigado a la Humanidad desde sus comienzos. A las respuestas de orden mítico y religioso sucedieron las de carácter más científico, fundamentadas en el estudio de los restos fósiles de los homínidos, precedentes de nuestra especie.
Los primeros posibles homínidos bípedos fueron los preaustrolopitecinos con una antigüedad de unos siete millones de años encontrados en el área del Chad, entonces muy distinta de la actual.
Más tarde siguieron los de la forma orronin tugenesis con seis millones de antigüedad, localizados en el África Oriental. Prosiguen en nuestra escala el ardipithecus, de unos cinco millones, cuyos restos fósiles fueron encontrados en el África Oriental.
Se le bautizó así por su esqueleto casi completo, denominado ardi. Gracias a su pelvis se supo que era bípedo.
Posteriormente los australopitecinos prosperaron en las sabanas arboladas del Oriente africano entre los cuatro y los dos millones y medio de años, cuya desaparición quizá fuera provocada por las crisis o cambios climáticos que condujeron a la desertificación de la sabana. Son los primeros desiertos atestiguados en el continente africano por el momento. El legado de los australopitecinos fue de todos modos fértil. El austrolopithecus ghari fue bien capaz de fabricar herramientas hace unos 2,5 millones de años a partir de los cantos rodados de las riberas, anunciando los futuros milagros de la especie humana, cuyo bipedismo animó tanto el desarrollo cerebral y el crecimiento intelectual.
