MORIR EN COMBATE EN EL SIGLO XV.
“De cómo los moros mataron al adelantado Rodrigo de Perea.
“Estando el rey don Juan en Madrigal (en 1438), le vinieron nuevas cómo el adelantado de Cazorla Rodrigo de Perea había entrado en tierra de moros, y salieron a él dos mil a caballo y doce mil ballesteros; mientras el adelantado llevaba cuatrocientos a caballo y peones entre todos eran mil cien hombres de pelea. Y murió allí el adelantado, y todos los otros que con él iban que no escaparon sino quince o veinte. Y de los moros murió un capitán que llamaban Avençerrax, que había hecho mucho daño en Castilla, que tal capitán era el mejor del reino de Granada, de setecientos u ochocientos de a caballo.
“De cómo fue muerto el infante don Pedro, de una piedra de lombarda.
“Estando el rey don Juan en Madrigal, en el mes de diciembre, año de 38, le vinieron nuevas en cómo era muerto al infante don Pedro su primo, que estaba con el rey de Aragón don Alfonso, su hermano, sobre Nápoles. Y lo mató una piedra de lombarda. Y este infante era de edad de veintisiete o veintiocho años, y muy buen hombre por su persona; donde quiera que se ocupó hizo todo bien. Era franco y muy gracioso en todo lo que el señor lo debía ser. Era hijo del rey don Fernando, tío del rey de Castilla, y murió por casar.”
Pedro Carrillo de Huete, Crónica del halconero de Juan II. Edición de Juan de Mata Carriazo, Granada, 2006, pp. 253-255.
Selección y adaptación al castellano actual de Víctor Manuel Galán Tendero.