LOS UIGURES EN EL TABLERO DEL CENTRO DE ASIA.
El drama afgano ha descubierto a muchas personas la complejidad humana y cultural del Asia Central. Recorrida por rutas comerciales de gran importancia y ocupada tradicionalmente por pueblos ganaderos, de gran fortaleza militar, ha atraído las ambiciones de numerosos poderes políticos a lo largo de la Historia.
China ha sido uno de los mismos, combinándolo con inquietudes defensivas. La actual República china alberga en Xinjiang el importante grupo de los uigures, muchos de fe musulmana. Ha sido acusada en distintos foros internacionales de castigarlos duramente en la década pasada. Con su autoridad asentada allí, ha tendido la mano con prudencia a los talibanes de Afganistán.
Los uigures pusieron en pie en 1933 la República del Turquestán Oriental junto a uzbecos, kazajos y kirguises. Entre los siglos VIII y IX, antes de abrazar el Islam, formaron un kanato que se extendió del Caspio a Manchuria. Las ideas de revitalización islámica del siglo XX, coincidiendo con la crisis política china, animaron su lucha desde 1931.
Sin embargo, su progresión fue rápidamente interrumpida, ya que los soviéticos contemplaron alarmados la formación de tal Estado. Se pusieron de acuerdo con el señor de la guerra Sheng Shicai, y aquella primera república se vino abajo.
La ruptura de aquel señor de la guerra con los celosos soviéticos, apoyándose en los Estados Unidos, alentó las reivindicaciones uigures en plena II Guerra Mundial. La rebelión de 1944 contó, otra vez, como el apoyo soviético, que no se mantuvo finalmente cuando el ejército popular chino controló Xinjiang y puso fin a la II República del Turquestán Oriental.
La dura Historia uigur nos vuelve a mostrar la crueldad despiadada del tablero político de la disputada Asia Central, que todavía dará mucho que hablar.
Bibliografía.
James A. Millward, Eurasian Crossroads. A History of Xinjiang, Nueva York, 2007.
Víctor Manuel Galán Tendero.