LOS HURRITAS, CONQUISTADORES DE CIUDADES. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

03.12.2023 11:40

                

                Los hurritas formaron una confederación de Estados de Siria y del Norte de Mesopotamia en los siglos XVI y XV antes de Jesucristo. Con frecuencia, se les ha reprochado que no consiguieran alzar un auténtico imperio, pero fueron avezados militares. Su maestría para abatir las murallas de las ciudades enemigas se hizo proverbial. Supieron, al respecto, extraer las mejores lecciones de los hititas, además de saber organizar sus campañas con precisión y de sostener con tenacidad los asedios.

                A comienzos del siglo XVI, un ejército podía hacerse fuerte tras las murallas de una ciudad, que sólo podía ser rendida tras un prolongado cerco, que ponía a prueba las capacidades logísticas de los atacantes. En el mejor de los casos, se podía ensayar un asalto final.

                Una manera de abreviar el asedio pasaba por potenciar los medios de asalto, con el empleo de máquinas; es decir, las torres provistas de arietes. Su uso databa del siglo XVIII antes de Jesucristo, generalizándose poco a poco. Verdaderos cuerpos de ingenieros preparaban el terreno, erigiendo un montículo que paulatinamente alcanzaba la altura de la muralla a tomar. La torre disponía de una rampa para ascender y desde la misma se eliminaba la resistencia de la muralla. Entonces, los soldados la asaltaban.

                La necesidad de mayores medios de asedio y de ejércitos más numerosos alentó la formación de imperios en el Próximo Oriente, como los asirios que prosiguieron la obra de los hurritas.

                Para saber más.

                Amélie Kurth, El Oriente Próximo en la Antigüedad, I (circa 3000-330 a. C.), Barcelona, 2000.