LAZOS DE MONTPELLIER Y NARBONA CON LA CORONA DE ARAGÓN. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

03.02.2024 15:36

 

                Las relaciones entre las gentes de la Corona de Aragón y Francia fueron intensas a lo largo de los siglos, mucho más allá de los lazos políticos. A mediados del siglo XIV, los reyes de Aragón ya no eran señores de enclaves como Montpellier. La villa había sido vendida en 1349 por Jaime III de Mallorca a Felipe VI de Francia para conseguir fondos para luchar contra Pedro IV de Aragón. Este último rey terminó haciéndose con los dominios de los monarcas de Mallorca, pero no pudo recuperar Montpellier.

                No obstante, sus gentes no tenían intención de cortar los vínculos económicos y humanos con Aragón. Los ciudadanos y mercaderes de Montpellier, a los que se unieron los de la ciudad de Narbona, se dirigieron en la primavera de 1354 a Pedro IV con una petición bien clara.

                Tras el azote de la peste negra, consideraron que para preservar sus localidades deberían de disponer de derechos consulares al modo de las ciudades de Barcelona, Mallorca o Valencia en los territorios de Capri y del imperio bizantino y áreas aledañas. Aunque no se trataba, evidentemente, de dominios aragoneses, la cobertura legal al modo aragonés les podía servir de gran ayuda, especialmente en territorios de influencia francesa como el reino de Nápoles de entonces. En todo caso, quedaba muy clara la vinculación y atención de las gentes de Montpellier y Narbona hacia la realidad humana e institucional de la Corona de Aragón.

                Fuentes.

                ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.

                Real Cancillería, registro 4876.