LAS PIEDRAS CAÍDAS DEL MURO DE BERLÍN. Por Antonio Parra García.
Erich Honecker sostuvo en 1989 que el Muro de Berlín subsistiría un siglo más. La contundencia de la policía de la RDA, la Stasi, no lo evitó, por mucho que el ejemplo de la plaza de Tiananmén la reconfortara temporalmente. Los cambios en el bloque socialista, con Gorbachov al frente de la URSS, anunciaban nuevos cambios, que en aquel año pocos imaginaron.
El 7 de octubre del 89 se celebró el cuarenta aniversario de la RDA. Durante la conmemoración el reformista Gorbachov recibió los parabienes populares, expresando en privado su descontento con los responsables de la RDA. El divorcio era evidente.
En este momento, se produjeron distintas manifestaciones populares, como las oraciones por la paz en la iglesia de San Nicolás de Leipzig. Honecker quiso reprimirlas con severidad, pero Moscú no le dio el plácet. El 4 de noviembre se exigieron elecciones libres en Alexanderplatz en el Berlín Este.
Hungría había concertado un préstamo con la RFA y abrió su frontera con Austria, lo que permitió el paso de muchos alemanes orientales. Por ello, la RDA prohibió el 3 de octubre viajar a Checoslovaquia sin visado, en la ruta de Hungría, pero el descontento obligó a alzar la medida el primero de noviembre. Del 3 al 5 de noviembre 10.000 alemanes orientales pasaron la frontera de Checoslovaquia. La RDA hacía aguas.
El 9 de noviembre se preparó un decreto para poder viajar directamente al Berlín Oeste y la RFA, que entraría en vigor al día siguiente. Un desorientado Günter Schabowski, representante del partido en los medios, anunció que entraría de inmediato y miles de personas se pusieron en movimiento. Rebasaron a los guardianes y fueron recibidos con alegría y productos por los germano-occidentales. Con el Muro cayó una época, que algunos pensaron que se iba a cerrar con un apocalipsis nuclear. Son las complejidades de la Historia, siempre desafiantes a las previsiones concienzudas.
Bibliografía.
Ian Kershaw, Ascenso y crisis. Europa 1950-2017: un camino incierto, Barcelona, 2019.