LA VIOLENCIA CONTRA LOS JUDÍOS EN 1391.
“En estos días llegaron a la cámara donde el Consejo de los señores, caballeros y procuradores estaba reunido los judíos de la Corte del rey, allí venidos de los más honrados del Reino para las rentas que entonces se habían de hacer, y les dijeron que habían recibido cartas de la aljama de la ciudad de Sevilla de cómo un arcediano de Écija en la iglesia de Sevilla, llamado don Fernando Martínez, predicaba por la plaza contra los judíos, y que todo el pueblo estaba movido para ir contra ellos. Y que por cuanto don Juan Alfonso, conde de Niebla, y don Álvaro Pérez de Guzmán, alguacil mayor de Sevilla, hicieron azotar un hombre que hacía mal a los judíos, todo el pueblo de Sevilla se alzó, tomó presó al alguacil y quiso matar al conde y a don Álvaro Pérez; y después de ello todas las ciudades estaban alzadas para destruir a los judíos, y les pedían merced que quisieran poner en ello algún remedio.
“Y los de Consejo, desde que vieron la querella que los judíos de Sevilla les daban, enviaron a Sevilla un caballero de la ciudad que era venido a Madrid por procurador, otro a Córdoba, y así a otras partes enviaron mensajeros y cartas del rey, las más premiosas que pudieron ser hechas en esta razón. Y desde que llegaron los mensajeros con las cartas del rey libradas del Consejo a Sevilla, Córdoba y otros lugares se sosegó el hecho, pero poco, porque las gentes estaban muy levantadas y no tenían miedo de ninguno, y la codicia de robar a los judíos crecía cada día. Y fue causa aquel arcediano de Écija de este levantamiento contra los judíos de Castilla; y se perdieron por este levantamiento en este tiempo las aljamas de los judíos de Sevilla, Córdoba, Burgos, Toledo, Logroño y otras muchas del Reino; y en Aragón, las de Barcelona, Valencia y otras muchas; y los que escaparon quedaron muy pobres, dando muy grandes dádivas a los señores para ser guardados de tan gran tribulación.”
Crónica del rey Enrique tercero. Edición de la Biblioteca de Autores Españoles, Madrid, 1953, p. 167.
Selección y adaptación al castellano actual de Víctor Manuel Galán Tendero.