24.10.2014 18:43
Si en la primera entrega de este trabajo resaltábamos dos elementos interesantes de la situación actual de los yazidíes: su dispersión geográfica y la confusa definición de su cultura ante el dominante cultural islámico; la segunda parte del trabajo va a estar dedicado a penetrar en el complejo mundo de las creencias religiosas y del universo cultural de esta minoría.
Probablemente el hecho de que los yazidíes sea considerados en su entorno próximo oriental como una amenaza, especialmente desde la perspectiva musulmana (no así del lado kurdo, pueblo al que realmente pertenecen desde un punto de vista étnico y parcialmente desde el cultural), pueda deberse a dos factores concatenados:
- Han mantenido sus peculiaridades a lo largo de los siglos, a pesar de las presiones que han recibido. Los crímenes de los últimos años no son sino una cadena de agravios a la que se suman las masacres del pasado. Por ejemplo, a partir de 1200, aproximadamente, asumieron una endogamia fuerte, capaz de mantener cohesionado al grupo y poner demasiadas pegas al fenómeno de la conversión.
- La idea falsa que pesa sobre ellos como adoradores del diablo. Los musulmanes comparten esta opinión. Los musulmanes del pueblo, y los propios musulmanes de la elite dirigente. Sadam Hussein sometió, en el Irak baasista, a los yazidíes a un fuerte proceso arabizador. El propio ayatollah Jomeini estaba convencido de que adoraban al diablo.
¿Puede extrañar entonces que lo yazidís hayan recibido a las tropas norteamericanas invasoras como salvadoras? ¿No es lógico que lancen plegarias por el bienestar de los soldados norteamericanos? Y ¿no están así alimentando e incrementando también el odio del radicalismo islámico que hoy se expresa allí con el sanguinario ISIS?
El monoteísmo yazidí.
Los yazidís son monoteístas: Dios creó el mundo y se lo confió a Siete Ángeles entre los que el más importante es Malek Taus, el Ángel del pavo real. A veces se ha hablado de politeísmo, pero la mayor parte de las obras consultadas para este trabajo rechaza esta consideración y hablan claramente de monoteísmo.
El yazidismo se ha confundido a veces con una rama o grupo del islam, y realmente no es así. En realidad, es un gran receptáculo de influencias culturales y religiosas muy diversas. Para resumir:
- Influjos de los viejos cultos mesopotámicos dedicados a adorar la naturaleza. Quizás una parte de estas creencias puedan hallar su razón de ser en el medio que les rodea, muchas veces adverso y hostil, tanto para el cultivo como para el ganado.
- Existen también un grupo de creencias ancestrales de difícil catalogación: transmigración de las almas, interpretación de sueños, etc.
- Influencias provenientes del zoroastrismo iranio, especialmente la fortaleza del dualismo bien/mal. También parecen de esta procedencia los tabúes acerca de la pureza de los cuatro elementos: Tierra, Aire, Fuego y Agua. Está prohibido escupir o verter agua caliente sobre el terreno, ya que creen que los espíritus o almas que pueden estar presentes se verían perjudicados o ofendidos por este tipo de acciones si llegan a ser afectados por el líquido desechado.
- Elementos provenientes del gnosticismo.
- Como es natural, la influencia del Islam es muy fuerte. Todo parece indicar que el fin de los Omeyas pudo conducir a algunos seguidores hacia las montañas de los yazidíes, y, después, en el siglo XII, Adi ibn Musafir al-Hakkari, se instaló en la zona y llevando principios islámicos muy estrictos que impactaron decisivamente sobre los yazidíes. De hecho la tumba de al-Hakkari en el valle de Lalish es un núcleo del pregrinar yazidí. En 1414 las autoridades de Mosul destruyeron el santuario, pero volvería a ser levantado de nuevo. Son de influjo islámico la circuncisión, las inscripciones en lugares de culto, lápidas fúnebres, etc.
- Hay también rasgos provenientes tanto del judaísmo como del cristianismo. Son judíos: la prohibición de comer cerdo, gacela, lechuga, bajocas, pescado, pollo, calabaza. Son cristianas tradiciones como el bautismo, ceremonias litúrgicas en las que se bebe vino, visitas a iglesias, etc
YAZIDÍES - XL SEMANAL (30 AGOSTO 2014)
Malek Taus.
Malek Taws es a menudo identificado por los musulmanes y los cristianos con Shaitan, el Satán fuente de todo mal. Para los yazidíes, sin embargo, creen que Malek Taus no es una fuente del mal o la maldad. Consideran que él era el líder de los arcángeles, pero de ningún modo el símbolo del mal, que en la mitología judeocristiana y musulmana puede ser el ángel caído. En cambio, dado que en la historia de Malek Taus hay un acto de arrepentimiento que es correspondido por el favor divino, el Malek Taus se convierte en el primero y principal de los siete ángeles. Así, por el contrario, el mal nace en el corazón y el espíritu de los propios seres humanos.
El "Libro de la Iluminación" contiene las palabras de Malek Taus. El primer ángel es Malek Taus, que es el ángel principal y manifestación de Dios ante los seres humanos. Otro ángel es Malak Dardail, que se encarga de crear el sol, el cielo, las estrellas, las plantas. Es interesante contemplar la similitud de la creación del género humanos con la versión bíblica. Un ángel es el creador de Adán, y Eva es extraída de la axila izquierda de Adán. Pero hay que resaltar que existen varias historias sobre la creación que aquí no vamos a reproducir, pero que son variables en algunos detalles significativos.
Sí que conviene subrayar que los yazidíes se consideran a sí mismos descendientes de Adán. No de Adán y Eva, sino exclusivamente del primero. Pero esta es una historia para la que ahora no tenemos espacio material; otra vez será.
Los libros sagrados.
También el yazidismo posee unos libros sagrados en los que enraíza esta creencia religiosa. Son esencialmente tres:
- Kitáb al-Chilwa, que es el Libro de la Revelación. Tiene únicamente 8 páginas y se atribuye a Adi bn Musafir. El libro nos presenta a Malek Taus llegando al mundo, enviado por Dios, para enseñar el recto caminar al pueblo. El libro, según establece en su interior, debe ser conocido oralmente por os creyentes, pero hay que mantener el secreto de su existencia ante los no creyentes. El libro contiene también la idea de la transmigración de las almas, más tarde describe las atribuciones de Malak Taws:
o Tiene encomendada la conservación del mundo, que ha sido creado por Dios. Así, Malak Taws parece constituir la parte activa del Creador.
o Su confusión con Satán está fuera de lugar. Y hay que reiterarlo porque en la bibliografía Satán y yazidíes están siempre asociados.
- Otro libro importante es el Masaf Raks, el Libro Negro (los yazidíes asimilan negro a sagrado, nada que ver con significados occidentales en la línea de fúnebre o de la muerte). Este libro contiene varios relatos referentes a la creación del mundo. En uno de estos relatos aparece perfilada la estética esencial aparente del yazidismo: el pavo real. La creación del mundo tiene lugar a lo largo de varias etapas:
1. Primero Dios crea una perla que coloca encima de un pájaro.
2. Crea sus siete ángeles, poco después.
3. Provoca el estallido de la perla, finalmente. De aquí surgen cuatro pedazos que servirán a los ángeles de Dios para rematar la creación del mundo. Así, los ángeles son como prolongaciones del ser divino.
Las prácticas religiosas.
Una comunidad asediada, humillada, amenazada y masacrada no podía por menos que desarrollar en su seno una fuerte prevención hacia los extraños, especialmente hacia los musulmanes. De esta forma se ha podido resaltar el principio imperante en el yazidismo de preservación de la pureza mediante la endogamia y algunos elementos de la práctica religiosa.
El rito iniciático es el bautismo. Se practica también la circuncisión, pero, al parecer, no es un precepto de carácter obligatorio. Cuando alguien muere se le entierra casi de inmediato; el rito tiene lugar en una tumba cónica en la que el cuerpo es introducido y colocado con las manos cruzadas.
Para empezar, un yazidí debe realizar cinco oraciones diarias, aunque lo corriente es que los rezos se hagan al salir y al ponerse el sol. Además el rezo debe hacerse de este modo: tienen que situarse frente al sol; en la oración del mediodía deben dirigir su mirada hacia Lalys. Estas oraciones no deben realizarse en presencia de extraños. El miércoles es el día santo, pero el sábado es el día de descanso. También hay un ayuno de tres días en diciembre.
Una celebración muy importante es la de la llegada del Año Nuevo. Para los yazidíes el nuevo año empieza en primavera. Entonces, se vuelve sobre la familia y hay un recuerdo a los antepasados en los cementerios, pero la fiesta como tal se caracteriza generalmente por acontecimientos alegres: la música, el baile y las comidas comunales, dominan en la celebración.
La festividad grande del yazidismo es la Cejna Cemaiya o "Fiesta de la Asamblea" en Lalish, un evento que dura siete días. Lalish se ha convertido en un foco de peregrinación generalizada en esta religión; se trata de un momento importante para el contacto social y la afirmación de la identidad. Los creyentes se reúnen en común como un gran pueblo para celebrar rituales colectivos. El centro religioso del evento es la creencia en un encuentro anual de la Heptada, es decir, los ángeles de Dios en el lugar santo de Lalish en este momento.
El centro de este peregrinaje es la tumba de Sheikh Adi ibn Musafir en Lalish, al norte de Mosul. Si es posible, los yazidíes hacen al menos una peregrinación a Lalish durante su vida, y los que viven en la región tratan de asistir por lo menos una vez al año para la fiesta de otoño.
La preocupación de la comunidad yazidí por conservar la pureza parece estar en la raíz de dos sistemas consuetudinarios. Por una parte, el mantenimiento de una especie de sistema de castas, donde se diferencia especialmente el grupo del que salen los directores del culto, es decir, el grupo de los sacerdotes. Y, por otra, la sociedad yazidí es predominantemente monógama, pero los jefes pueden ser polígamos, lo que les permite tener más de una esposa.
Una sociedad compleja. Admiten la Biblia y el Corán. Bautizan a sus hijos; en los matrimonios, el sacerdote parte el pan y entrega un trozo a cada uno de los novios; bautizan a sus hijos; practican el ayuno; se permite el divorcio; rezan cinco veces al día, pero no son musulmanes; practican la circuncisión, pero no son judíos; creen en la reencarnación pero no son budistas.
Sobre todo son una minoría que convive pacíficamente con sus vecinos. Viven y dejan vivir. Y ahora los asesinos del ISIS los han convertido en su objetivo. No hay excusa: los islamistas asesinos del Ejército Islámico saben bien que no adoran el diablo, pero les viene bien expandir el mensaje de que son herejes para progresar en la limpieza étnicoreligiosa de Iraq. El objetivo: el poder en un Estado uniforme.
Para saber más.
Encyclopedia of the Ottoman Empire. Entrada “Yazidis”, de Bruce Masters.
Fucaro, N., The other kurds: yazidis in colonial Iraq, Londres, I.B. Tauris, 1999.
