LA INSURRECCIÓN DE LA NIKÁ. Por Jaime Cárcel y Alberto Martínez Arribas.
La insurrección de la Niká fue una rebelión popular en la ciudad de Constantinopla en el año 530. El nombre de niká o victoria fue adoptado por los insurrectos al considerarse triunfantes. Los acontecimientos tuvieron lugar alrededor de los espacios palaciegos del emperador Justiniano I.
En aquella época habían dos bandos enfrentados en lo político y en lo deportivo, los verdes y los azules. El bando de los verdes estaba formado mayoritariamente por comerciantes y arrendatarios de servicios y bienes públicos, mientras el de los azules lo componían especialmente terratenientes y aristócratas de gran celo cristiano. Mientras se enfrentaron el emperador Justiniano I negoció la paz con los persas.
La revuelta comenzó en el Hipódromo, donde se encontraban presenciando la competición entre los dos bandos el emperador y su esposa Teodora. Los rebeldes extendieron la rebelión a raíz del triunfo de los verdes por toda la ciudad, atacando y destruyendo edificios como el Gran Palacio y la iglesia más importante de la ciudad, Santa Sofía, posteriormente reconstruida por Justiniano I.
El emperador deseó escapar de la capital, pero su enérgica esposa Teodora se lo impidió. Los generales Belisario y Narsés fingieron negociar con lo alzados, pero los cercaron en el Hipódromo y los masacraron en número de unas 30.000 personas según algunas fuentes.