LA INGLATERRA DEL XVII Y LA LLAVE DEL ESTRECHO DE GIBRALTAR. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

28.05.2024 09:14

               

                La Inglaterra de Carlos II, la de la Restauración, dejó a un lado los rigores morales de tiempos de Cromwell, pero no desechó algunas de sus líneas de política exterior. Se mantuvo la rivalidad con las Provincias Unidas, grandes competidoras comerciales, y la alianza con Portugal, todavía en guerra contra España.

                Ciertamente, las relaciones con los españoles habían mejorado tras los embates de Cromwell, pero todavía estaban marcadas por la mutua desconfianza. Los avances ingleses en el África del Norte, donde lograron la plaza de Tánger de los portugueses, inquietaron a los españoles, y en 1662 la paz entre Inglaterra y Argel hizo saltar más de una alarma.

                En noviembre de aquel año, el gobernador de Alicante informó con preocupación de dos navíos ingleses llegados al puerto de la ciudad. Se supo que habían conducido abastecimientos a su armada, situada en Túnez, en la órbita otomana como Argel. Se receló que procedieran de Tánger, verdadera base de operaciones inglesas en el Mediterráneo, antes de la toma de Gibraltar.

                Las amenazas no sirvieron para que uno de los dos navíos abandonara la rada alicantina. Al final, se tuvo que recurrir a los oficios del cónsul inglés para preservar la paz. La ruptura parecía posible, y el establecimiento de controles sanitarios, con la inspección de su marinería, permitió a los españoles conocer las intenciones de los ingleses.

                Desde los puertos de la Corona de Aragón, abastecían los ingleses Tánger, que abandonaron en 1684 ante la presión marroquí. En aguas mediterráneas, el corso musulmán proseguía bien activo, inquietando incluso a los convoyes holandeses entre Cádiz y Liorna, y probando las fuerzas de la flota española de las galeras de Cartagena.

                Los ingleses arriaron momentáneamente su pabellón en el Estrecho, pero años más tarde aprovecharon la guerra de Sucesión Española para abrirse camino en el Mediterráneo y lograr importantes posiciones, como Gibraltar y Menorca.

              Fuentes.

                ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.

                Consejo de Aragón, Legajos 0074, nº 003.