LA GUARDIA CIVIL Y LA HISTORIA POLÍTICA ESPAÑOLA. Por Juan Gómez Cebrián.
La Guardia Civil fue creada en 1844 por el Teniente General don Pedro Agustín Gijón, primer duque de Ahumada. Tras finalizar la Guerra de la Independencia el país yacía en una gran inseguridad por el peligro de los bandoleros, que en nuestras tierras se remontaban a tiempos de los romanos, atacando, robando o matando a cualquier persona por su dinero en cualquier momento al ser los verdaderos dueños de los caminos. La Benemérita ayudó a erradicar el bandolerismo, haciendo de España un país más seguro.
En 1936 la Guardia Civil se componía de 33.500 hombres, una tercera parte de las Fuerzas Armadas españolas, buenos conocedores del territorio nacional. Fue decisiva en el desarrollo de los acontecimientos iniciales de la Guerra Civil. Francisco Franco consideró su supresión por mantenerse fieles a la República muchos de sus integrantes. El General Pozas Perea, fiel al gobierno republicano, impartió órdenes de fidelidad al poder legalmente constituido.
La Benemérita quedó dividida en dos, al igual que la misma España. Asturias permaneció al lado de la República, excepto Oviedo. En Andalucía, a los tres meses de guerra, ya habían caído sólo en Sevilla, Granada y Córdoba hasta 712 guardias civiles en defensa de sus cuarteles. En Jaén el Capitán Reparaz consiguió agrupar a sus hombres y a sus familias en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Entre los dos bandos cayeron 2.714 guardias civiles, lamentando la Benemérita unos 4.117 heridos. En total el 20% de los efectivos del Cuerpo.