La Gran Muralla fue erigida a partir de pequeñas murallas, alzadas por los llamados principados feudales, para protegerse de las incursiones de los pueblos nómadas de la estepa del Asia Central.
Con la unificación imperial, el primer representante de la dinastía Quin, Quin Shi Huang, ordenó realizar la gran línea de fortificación.
La Gran Muralla presenta grandes etapas dinásticas constructivas, escalonadas desde el siglo III antes de Jesucristo hasta el XVI de nuestra Era, sobresaliendo las dinastías Quin, Han y Ming. Entre las dos últimas se verificó una actividad constructiva menor, en sintonía con la irrupción de los mongoles de la dinastía Yuan en el XIII.