LA EMERGENCIA DEL MILÁN DE LOS VISCONTI. Por Víctor Manuel Galán Tendero.
Durante la Plena Edad Media, la ciudad de Milán ganó relevancia. No en vano se emplazaba entre los estratégicos pasos alpinos y los puertos del litoral, en un momento de expansión comercial en Europa. Sus fértiles territorios del contorno la ayudaron, sin duda, a erigirse en una de las grandes urbes de la Lombardía.
Aquellas tierras, las de su contado o área de influencia, eran de singular valor para sus aristócratas, que gozaron de notables dominios. Sin embargo, al mismo tiempo, la sociedad milanesa se transformaba. La fabricación de armas y el impulso del comercio cambiaron el panorama. Los grupos de artesanos y de mercaderes ganaron peso y reclamaron mayor protagonismo en el gobierno.
Las luchas sociales terminaron por estallar, bajo la forma del enfrentamiento entre los partidarios de la preeminencia imperial (gibelinos) y los de la papal (güelfos). A mediados del siglo XIII, los güelfos lograron elevar como dictador a Della Torre.
Su poder fue contestado por los aristócratas gibelinos, que convirtieron a Matteo Visconti en capitán del pueblo en 1287. Era el inicio del gobierno de una verdadera dinastía, que se prolongaría hasta el siglo XV.
Para saber más.
Carlo Castellaneta y Alessandro Marzo Magno, Storia di Milano dalle origini ai giorni nostri (Storia della città), Milán, 2017.
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