“No contento aquel seductor (Lutero) de haber pervertido y engañado a Alemania, procura con sus malignas y diabólicas astucias contaminar estos sus reinos de España, y para ello, con incitación y ayuda de algunos de estas partes que desean impedir o enervar el Santo Oficio de la inquisición, ha tenido forma de hacer traducir y poner en lengua castellana sus herejías y blasfemias, y enviarlas a sembrar y publicar en esta católica nación. Y porque de pequeña centella suele nacer y levantarse grande incendio, y si Vuestra Majestad no lo remediase con tiempo, mayormente estando algunas ciudades de estos reinos alteradas, podría causarse gran escándalo y mayor incendio, y tal que después no se podría fácilmente extinguir.”
Carta de los gobernadores de los reinos de España a Carlos I, 12 de abril de 1521, en Bartolomé Bennassar et alii Inquisición española: poder político y control social, Barcelona, 1984, p. 232.
Selección y adaptación al castellano actual de Víctor Manuel Galán Tendero.