JAPÓN FEUDAL: EL GOLPE DE ESTADO DE HONNÔ-JI. Por Alejandro Martínez Martínez.
Este acto debe su nombre a lo ocurrido en el templo Honnõ en Kioto, el 21 de Junio de 1582.
Oda Nobunaga, uno de los daimyos más importantes de Japón, acababa de vencer al clan Takeda en la batalla de Temmokuzan, y mantenía el control todo el centro de Japón, con lo cual, prácticamente no había nada que le impidiese convertirse en Shogun. Los únicos rivales, los que podían ser un peligro para Nobunaga, eran los clanes Mõri, Hõjõ y Uesugi, aunque éstos estaban bastante debilitados por luchas internas. Nobunaga mandó a sus más prestigiosos generales a acabar definitivamente con estos clanes, y él por su parte se dirigió al templo Honnõ, su lugar de descanso favorito. Antes de partir hacia el templo, mandó al joven Akechi Mitsuhide, uno de sus generales, con refuerzos para que apoyara a Hideyoshi en su ataque al clan Mõri.
Mitsuhide, al recibir esta orden, regresó al castillo Sakamoto, donde anunció a algunos de sus comandantes que pensaba rebelarse. Entonces, se le ocurrió la excusa perfecta para regresar a Kioto y derrocar a Nobunaga del mando.
Mitsuhide comunicó a Nobunaga que quería mostrarle un desfile procesional a cargo de las tropas de su ejército, para así mostrar a la población la superioridad militar de su clan. Nobunaga lo aceptó.
Cuando las tropas se acercaban a Kioto, Mitsuhide se dirigió a su ejército con las siguientes palabras: ¡El enemigo aguarda en Honnõ-ji! De este modo, antes del amanecer, las tropas rodearon el templo y Akechi Mitsuhide ordenó el ataque. Nobunaga y sus guardaespaldas intentaron rechazarlos, pero no tardaron en ser vencidos. Nobunaga prendió fuego al templo y se practicó el seppuku, el suicidio ritual.
Esto marcó el fin de la Era de Nobunaga. Mitsuhide se proclamó el heredero del clan Oda, pero tiempo después Hideyoshi le derrotó en la batalla de Yamazaki. Allí murió Mitsuhide, y fue Hideyoshi quien se proclamó como “sucesor” de Nobunaga.