GROENLANDIA, VEDADA A LOS ESPAÑOLES. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

22.01.2025 11:46

               

                En estos momentos Groenlandia se encuentra en el centro de atención de la política internacional. Sus recursos y posición han vuelto a atraer el interés de la incipiente presidencia de Estados Unidos, ocasionando no poco revuelo.

                No es la primera vez que Groenlandia entra en los dominios de la diplomacia y de sus controversias. Dinamarca la consideraba en el siglo XVIII parte de su distante Norte, junto con Islandia y otras islas atlánticas, vedado a la navegación y al comercio con otros reinos. A su modo, eran sus Indias, con la misma consideración que los españoles trataban a la suyas. En el tratado del 18 de julio de 1742 los españoles tenían prohibido su acceso como los daneses el de los dominios americanos, por muy amigos que se conceptuaran a efectos diplomáticos.

                Ser amigo comportaba comerciar y acogerse a puerto en caso de peligro frente a buques enemigos, aunque la entrada inusitada de barcos de guerra requería la licencia real por medio del gobernador de turno. Los daneses podían ser eficaces combatiendo el corso berberisco, desembarcando sus presas en España. Sin embargo, el principal objetivo español era la consecución de materiales de construcción naval, en un momento de reconstitución de su armada, y de buenas cantidades de pescado seco, como el preciado bacalao. Por los primeros, los daneses no pagarían derechos mercantiles, y la mitad de su montante por lo segundo.

                La afluencia de pescado seco danés en aquellas condiciones perjudicaría a sus competidores británicos y franceses, por lo que el tratado no tuvo el recorrido deseado. Lo cierto es que el acceso directo a Groenlandia tuvo poco que ver con tal resultado.

                Fuentes.

                ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL.

                Estado, 3368, Expediente 25.