GEOGRAFÍA EDUCATIVA DE LA ESPAÑA REPUBLICANA EN GUERRA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

31.05.2021 09:28

               

                La España del primer tercio del siglo XX vivió un momento de auténtico esplendor cultural, el de la edad de plata, en el que el impulso educativo fue notable. Antes del estallido de la guerra civil, se crearon muchos institutos de enseñanza secundaria, que sí hoy en día nos parecen cortos en número, no lo fueron para entonces. Tales institutos eran la antesala de la vida universitaria, que desde tiempos de la dictadura de Primo de Rivera había dado vivas muestras de inquietud cultural y reivindicación social.

                La República en guerra no olvidó tal activo socio-cultural, y se preocupó por su estado y situación a despecho de las difíciles circunstancias bélicas, cada vez más adversas, particularmente tras la batalla del Ebro, cuando se puso en marcha la ofensiva franquista de Cataluña.

                Por ello, el 26 de diciembre de 1938, el ministerio de instrucción pública y sanidad de la España republicana ordenó la dotación a todos los institutos nacionales de enseñanza secundaria de residencias e internados, donde se atendieran a los alumnos necesitados, especialmente en las circunstancias dramáticas que por entonces se padecían.

                A la formación estricta se sumaron las necesidades sociales, en una concepción íntegra de la enseñanza verdaderamente machadiana. Se distinguieron dos grandes grupos, el de los agraciados con 12.500 pesetas y el de los con 7.500.

                Entre los primeros, se encontraron el instituto Balmés de Barcelona, el Salmerón de Barcelona, el Maragall de Barcelona, el Luis Vives de Valencia, el Blasco Ibáñez de Valencia, el Lope de Vega de Madrid, el Pérez Galdós de Madrid, el Lagasca de Madrid, el de Murcia, el de Gerona, el de Tarragona, el de Almería, el de Alicante, el de Guadalajara, el de Albacete, el de Jaén, el de Ciudad Real, el de Cuenca y el de Mahón. Un total de diecinueve centros, de ciudades importantes.

                Se señalaron, en el grupo de los segundos, al instituto de Alcoy, el de Alcázar de San Juan, el de Alcira, el de Baza, el de Baeza, el de Caravaca, el de Cartagena, el de Cuevas de Almanzora, el de Elche, el de Gandía, el de Játiva, el de Linares, el de Lorca, el de Manzanares, el de Orihuela, el de Puertollano, el de Quintanar de la Orden, el de Requena, el de Tomelloso, de el de Valdepeñas, el de Villarrobledo, el de Villacarrillo y el de Yecla. El grupo de veintitrés institutos se extendía por localidades de tamaño medio, por entonces, algunas afectadas hoy en día por los problemas que aquejan a la España vaciada.

                A los cuarenta y dos centros se les notificó la medida, a efectos administrativos, el 16 de enero de 1939, a contadas semanas del fin de un conflicto que no logró matar el deseo por una España más culta.

                Fuentes.

                Archivo histórico IES Uno de Requena. Carpeta de entradas y salidas de la Guerra Civil.