19.05.2020 15:30
“Muy señor mío (el virrey de Nueva España Bucareli).
“En otra de esta fecha, número 1995, toco por incidencia el lastimoso estado a que se han ido reduciendo los valerosos vecindarios de Nuevo México por las continuas hostilidades que reciben de los bárbaros fronterizos. Con todo, no es su pobreza la que disminuye el ánimo a la defensa: la falta de caballada que es en quien se libran las ventajas en todas las Provincias Internas es la que más les acosa. Su gobernador don Pedro Fermín de Mendinueta dice en carta de diez y nueve de agosto último que por ella no podían salir a campaña las escuadras comprendidas en el plan de operaciones que formó el comandante inspector, y contestando a la oferta de armamento hecha en febrero de este año para distribuir entre los vecinos con calidad de pagarle a costo y costas, hace una triste pintura de sus miserias; expone tener armas suficientes y representa lo útil que sería añadirles con mil y quinientos caballos de cuenta del Rey si no quiere verse la total desolación de la Provincia.
“Movido yo de la eficacia de las razones de este jefe y del mérito de aquellos valientes pueblos, se han adquirido en su consideración y defensa, pues cada vecino es un veterano soldado cuando se presenta la ocasión, me será con impulsos de acceder a la súplica de Mendinueta, pero quise oír antes al fiscal y tribunal de cuentas para afianzar el acierto de la resolución.
“Ambos opinan de acuerdo que las necesidades de Nuevo México piden pronta providencia de remedio y el real tribunal tuvo presente para pensar en él la comunicación y enlace de las Provincias confinantes a donde traerían aquellos enemigos sus hostilidades si se perdiera la Provincia, sucediendo en mayor daño de los nuevos descubrimientos desde el río Colorado a los puertos de Monterrey y San Francisco que quedarían ilusorias por la propia causa.
“Este estado tiene el expediente hecho sobre el asunto y solo falta para la última resolución que se determine en Junta de Real Hacienda a donde ha de llevarse, pero como yo conozco por mi propio la urgencia de la demanda, las ventajas que puede producir el auxilio de caballos, la incapacidad de que se paguen por los vecinos y lo expuesto que queda aquello a perderse si no se socorre con esta clase de fuerza, que es toda la esperanza de Mendinueta, me hallo inclinado a deferir a su solicitud y persuadido de que iguales razones convencerán a los vocales de la Junta para venir en ella, anticipo a Vuestra Excelencia este aviso para dar cuenta al Rey, de cuya justificada piedad espero la aprobación de este gasto como que cede en honor del estado y bien de aquellas fieles Provincias.
“Nuestro Señor cuide a Vuestra Excelencia muchos años. México, 27 de octubre de 1775.
“Bernardo Frei”.
Fuente.
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, Guadalajara, 515, N. 14.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.
