EURICO, UN REY CONQUISTADOR.
Uno de los grandes monarcas del reino visigodo de Toulouse fue Eurico. Se sospechó que asesinó a su hermano Teodorico II, comenzando a reinar en el 466. Mantuvo buenas relaciones con el prefecto del pretorio de las Galias Arvando y con otros potentados romanos que se habían inclinado a favor de los visigodos. Supo jugar sus cartas para aprovecharse de la disolución del orden imperial romano en Occidente:
“Su hermano Eurico fue objeto de graves sospechas por su apresurado deseo de sucederlo. Y mientras estos y otros sucesos tenían lugar entre los visigodos, el emperador Valentiniano fue asesinado a traición por Máximo, y este Máximo ocupó el trono como un usurpador”
Hacia el 469, coincidiendo con la caída de Arvando, emprendió nuevas conquistas, que ampliaron sus dominios hasta el Norte del Loira y a las cercanías del Ródano en las Galias. También conquistó tierras hispanas:
“Así pues, el rey visigodo Eurico, viendo que los emperadores romanos se sucedían unos a otros con tanta rapidez, intentó someter las Galias a su propio dominio. Cuando se puso al corriente de ello el emperador Artemio, pidió ayuda a los bretones, cuyo rey Riotimo acudió a la ciudad de Bourges con doce mil hombres y allí fue acogido después de desembarcar de sus navíos salidos del Océano.
“El rey visigodo Eurico acudió al encuentro a la cabeza de un numeroso ejército y, después de combatir durante bastante tiempo contra el rey bretón Riotimo, hizo que se retirara ante de que los romanos pudieran unirse con él. Éste, después de perder una gran parte de su ejército, huyo con los que pudo al vecino territorio de los burgundios, que estaban a la sazón federados con los romanos.
“Por su parte, el rey visigodo Eurico ocupó la ciudad de Arverna (Clermont-Ferrand) cuando el emperador Artemio ya había fallecido (…)
“Estaba entonces al frente de la ciudad el general romano Ecdicio, senador de las más rancia nobleza e hijo del antiguo emperador Avito, que había ocupado el trono tan solo durante unos cuantos días (…). De modo que su hijo Ecdicio, después de luchar durante bastante tiempo contra los visigodos y no lograr imponerse a ellos, abandonó su patria, y sobre todo la ciudad de Arverna, al enemigo y se retiró a lugares más seguros.”
Al deteriorarse sus relaciones con Rávena, sede entonces de la Roma Occidental, estrechó sus lazos con los reyes vándalos y el emperador de Oriente León I. Provenza cayó en sus manos, y lo aceptó Odoacro, el que depusiera a Rómulo Augústulo:
“Eurico, viendo que el Imperio Romano se tambaleaba, sometió a su autoridad las ciudades de Arlés y Marsella. Pues bien, el rey vándalo Giserico lo incitó mediante regalos a llevar a cabo estas acciones para prevenirse de las asechanzas que habían tramado contra él León y Zenón (…). Eurico aceptaba de buen grado esta situación y, después de tener bajo su autoridad los territorios de las Galias y de Hispania, sometió también a los burgundios y perdió la vida cuando residía en Arlés en el décimo noveno año de su reinado (484)”.
Eurico también impulsó una importante obra legal. Su Edictum Eurici regis o Codex Euricianus ha sido caracterizado formalmente como un edicto al modo de los prefectos del pretorio de las Galias. Se abordaron cuestiones como la división de bienes y tierras entre romanos y visigodos, y la regulación de las personas dependientes de un potentado. Una nueva sociedad iba abriéndose camino.
Fuentes.
JORDANES, Origen y gestas de los godos. Edición de José María Sánchez Martín, Madrid, 2001, pp. 186-192.
Víctor Manuel Galán Tendero.