ENTORNO A LOS ORÍGENES DE LA COSA NOSTRA.
Los orígenes de la Mafia han sido muy discutidos, pero algunos autores se han inclinado en situarlos en la antigua Roma, donde la organización clientelar de los grandes linajes, acostumbrados a hacer la suya en la cosa pública, avanza rasgos muy propios de la Cosa Nostra. Las personas tenían que reclamar justicia por sí mismas, sin esperar la actuación de un ministerio público, por lo que la protección dispensada por un poderoso siempre era solicitada. No obstante, aquellos poderosos controlaban el Estado de su tiempo con claridad, con lo que estaríamos ante uno de sus antecedentes.
A la caída del Imperio romano, los lazos de patrocinio y de encomienda que asociamos con el feudalismo se fortalecieron, dando carácter a toda una época. Los conquistadores normandos se hicieron con el dominio de Sicilia en el siglo XI, donde establecieron un sistema feudal compatible con el mantenimiento de una vigorosa autoridad real, heredera de los poderes bizantinos y musulmanes precedentes. Bajo este punto de vista, presenta fuertes similitudes con la Inglaterra coetánea. Sin embargo, la Mafia se asocia íntimamente con Sicilia a ojos populares y a pareceres eruditos.
Gran rival de Nápoles, donde se establecieron dinastías enemigas, la Sicilia bajomedieval asistió a la consolidación del latifundismo productor de grandes cantidades de trigo. La isla se convirtió en uno de los grandes graneros del Mediterráneo, pero los beneficios fueron a parar a manos de una aristocracia con fuertes vínculos con el exterior. Representada por sus administradores, los campesinos encontraron más útil confiarse a los mismos para alcanzar algún favor o evitar cierto mal. La situación se consolidó con la unificación italiana promovida desde el Piamonte. Los sicilianos se consideraron en gran medida ajenos a la nueva realidad política.
En el Sur de la península Italiana la evolución fue muy parecida y a comienzos del siglo XX encontramos organizaciones similares, a veces incorrectamente consideradas parte de la misma ordenación siciliana. Aunque se han asociado frecuentemente con las condiciones de atraso social del Mediodía italiano, tales organizaciones se han mostrado muy activas en el aprovechamiento de las oportunidades económicas de ciudades como Nápoles o de negocios como la exportación de cítricos. Con la emigración de muchos italianos de las comarcas meridionales a las grandes ciudades de los Estados Unidos, la Mafia se convirtió en una verdadera autoridad paralela para muchos, cuyas normas obedecían más que las leyes federales. Precisamente, la combinación de exclusión, jerarquía y oportunismo han catapultado el fenómeno mafioso a lo largo y ancho del mundo contemporáneo, acomodándose a diferentes realidades culturales con evoluciones históricas distintas.
Bibliografía.
Giuseppe Carlo Marino, Historia de la Mafia, Barcelona, 2005.
Carlos Argilés y Raúl Pla.