EL REY DE FRANCIA MEDIA SIN ÉXITO ENTRE LOS MONARCAS DE ARAGÓN Y MALLORCA.
“Al serenísimo príncipe Felipe (VI de Francia), por la gracia de Dios rey de Francia, nuestro carísimo familiar, etc. Salud creciente junto con toda prosperidad. Recibimos la carta de vuestra serenidad que, después del título de saludo, dice:
“Dado que en estos días está vigente la guerra y discordia y dolor entre vos y nuestro carísimo familiar de Mallorca, por lo que pueden seguirse de ello muchos males, y vuestras tierras y súbditos sufrirán así daños no pequeños, de lo que nos dolemos y afecta mucho a nuestro corazón. Con todo el afecto de nuestro corazón rogamos a V. E. que deseéis, por la consideración y teniendo en cuenta nuestros ruegos, con el fin de eliminar las diferencias de dichas guerras y para tener buena concordia, volver a establecer entre vosotros la paz, y deseéis condescender favorable y benignamente haciendo todo esto para que aparezca verdaderamente que nuestras súplicas sobre este asunto fueron provechosas y de ahí nos veamos obligados a congraciarnos de nuevo. Dado en Boteysol, día 7 de mayo.
“Entendemos plenamente todo el contenido de la carta. En verdad, ínclito príncipe, como es conocido por V. S. claramente por muchas informaciones, dadas a Vos tanto verbalmente como por escrito, es verdad que Nos hemos procedido contra el ínclito Jaime de Mallorca y contra las tierras rebeldes de nuestro dominio, por crímenes detestables, atroces injurias y crímenes inauditos que el citado Jaime lesionando Nuestra Majestad y con gran desorden público ha llevado a cabo. Hemos procedido como contra nuestro súbdito, exigiendo justicia, y nos hemos sorprendido de que en vuestra carta os preocupe la marcha de esta guerra y en verdad vuestros ruegos dirigidos a Nos sobre este asunto los anteponemos a los de los demás príncipes, pero no podemos desistir de dicho proceso sin perjuicio nuestro y de los súbditos, así como sin un gran dispendio. Rogamos pues a Su Majestad que nos dé por excusado razonablemente de ello.
“Dado en el asedio de Argilers, bajo nuestro sello, etc. 1 de junio del año del señor de mil trescientos cuarenta y cuatro. Ja. Visado. R. Sicardi, por mandato del rey.”
Fernando Díaz-Plaja, Historia de España en sus documentos. Siglo XIV, Madrid, 1992, pp. 144-145.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.