EL RADICALISMO EN EL NACIMIENTO DE ESTADOS UNIDOS. Por Carmen Pastor Sirvent.

22.05.2016 00:03

                

                La independencia de las Trece Colonias que se convertirían en los Estados Unidos no ha sido considerada por muchos historiadores europeos una revolución, a diferencia de la iniciada en Francia en 1789. Sin embargo, los norteamericanos se refieren en términos de revolución al nacimiento de su país. Ciertamente el proceso de radicalización fue mucho más pronunciado en Francia, todavía bajo las instituciones del Antiguo Régimen, que en la más libre América del Norte británica, en la estela de la Revolución inglesa del siglo XVII que consagró el parlamentarismo. Aun así, los cambios acompañaron la separación de las colonias de la metrópolis.

                Los partidarios de estos cambios han sido llamados radicales por intentar variar de raíz instituciones y costumbres consideradas abusivas para el progreso del género humano. Eran los partidarios de la ley natural y de los derechos inalienables de las personas, entre los que sobresalieron Jefferson en Virginia, Laurens en Carolina del Sur, Livingston en Nueva York y Samuel y John Adams en Massachusetts. Ilustrados decididos de los que brotó la Declaración de Independencia, procedían de los grupos de hombres de leyes y comerciantes, tan importantes en la sociedad norteamericana del momento.

                Entre 1776 y 1778 se hicieron con el poder en muchos Estados y redujeron la autoridad del antiguo gobernador en beneficio de las asambleas. Se extendió el derecho de sufragio. En Virginia se emprendieron verdaderas reformas sociales, como la derogación de viejas leyes para impedir la perpetuación de la gran propiedad, el reparto de las tierras de la Corona, la extensión de la educación y la tolerancia religiosa.

                En varios Estados se pensó disminuir la prisión por deudas y la aplicación de la pena de muerte. La esclavitud fue otra cuestión abordada por los radicales, que en Rhode Island la abolieron en 1774 y en Virginia se pensó derogarla gradualmente.

                La Constitución de Virginia del 26 de junio de 1776 precedió a los Artículos de la Confederación del 15 de noviembre de 1777, que entraron en vigor el 1 de marzo de 1781 tras ser ratificados por todos los Estados, alumbraron un Congreso Continental que supervisó el Comité Provisional. Los Estados integrantes se declararon libres, independientes y soberanos en una verdadera reacción contra la autoridad imperial.

                Este radicalismo descubre unos Estados Unidos más heterogéneos de los que a veces se ha supuesto, de gran importancia en la forja del liberalismo.