28.04.2019 16:46
De las Américas llegaron a Europa novedosos productos que pronto cautivaron a los habitantes del Viejo Mundo. El tabaco fue uno de ellos. Consumido por los rectores de las galeras mediterráneas para mitigar el hedor de los galeotes, dejó de ser considerado en el siglo XVII algo medicinal para ser puramente placentero, juzgado incluso un vicio por reyes como Jacobo I de Inglaterra.
Su éxito entre el público animó que los poderes públicos quisieran hacerse con sus beneficios, estableciendo monopolios. El Imperio español fue consciente de ello. En 1620 se ordenó la compra de tabaco desde Trinidad, Cumaná, Guayana y Barinas, con factoría en Cartagena de Indias, con destino a España. El estanco en Castilla, establecido en 1636, también se abasteció desde la isla de Cuba. La receptora del tabaco indiano en la Península fue desde 1684 la Real Fábrica de San Pedro de Sevilla. Así se sentaron las bases del monopolio real tabaquero en los dominios españoles.
En 1702 la renta del tabaco solo suponía el 7´2% de los ingresos de la Monarquía española. Durante la costosa guerra de Sucesión su recaudación pasó de los 6´2 a los 13´4 millones de reales. Necesitada de fondos para defenderse de sus oponentes en el Atlántico, que habían logrado preeminencia mercantil, la monarquía borbónica estableció en 1717 en La Habana la Factoría de Tabacos de San Cristóbal, a modo de subsede de su monopolio, y en 1722 la recaudación global tabaquera había ascendido al 13´05% de las rentas reales.
Su importancia no dejó de crecer en las décadas sucesivas, creciendo a impulsos de las necesidades militares. Al comienzo de la guerra de los Siete Años, en 1756, era del 20´8%, pero en 1775, antes de entrar en la guerra de las Trece Colonias, había ascendido al 24´6%. Ya se había extendido la red de estancos en las Indias y dada preferencia al tabaco cubano sobre el virginiano y brasileño. El tabaco era una de las columnas financieras del imperio atlántico de España.
Bibliografía.
AA. VV., El tabaco y la esclavitud en la rearticulación imperial ibérica (s. XV-XX), Évora, 2018.
Víctor Manuel Galán Tendero.
