EL LEBRILLO, LA CORRIENTE DE LA HISTORIA EN EL CABRIEL.
A la historia nos acercamos por distintas corrientes o caminos, que llevan a la mar o conducen a Roma. Desde una obra general conocemos los grandes eventos: los cartagineses de Aníbal marcharon por los pasos alpinos procedentes de la Península, y nuestra curiosidad se mueve cuando comprobamos que su ruta de conquista pasó cerca de nuestro pueblo. Deducimos a partir de lo conocido. A veces tenemos la suerte de conservar en nuestra localidad algún castillo u objeto venerado por nuestros mayores, picándonos la curiosidad sobre sus primigenios custodios. Y poco a poco vamos recorriendo una ruta que empezamos en nuestra casa y podemos concluir en la misma Cartago.
Gracias a la historia local conocemos mejor a los cartagineses, romanos y otros grandes nombres de carne y hueso, humanizando lo que antes era cartón piedra peripuesto. Los eruditos locales de los siglos XIX y XX fueron pioneros en tales menesteres, cuyos herederos son las asociaciones de lugares que han resistido la erosión del éxodo rural de las últimas décadas, en las que el mundo ha dado tantas vueltas. Tal es el caso de la Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro, que cumple su vigésimo aniversario, y que nos presenta su Boletín anual, El lebrillo.
Sus artículos han tenido una gran difusión digital y aceptación en los medios académicos, pues el paso del Cabriel resultó fundamental en las comunicaciones entre el interior de la Meseta y el litoral mediterráneo, una ruta constitutiva de la Historia misma.
Elaborados con depurada metodología, sus artículos son imprescindibles para conocer con precisión este tramo del camino geohistórico. En el presente número se estudian aspectos de su vida botánica, vestigios arqueológicos, poblamiento, costumbres y actuación del Santo Oficio, que nos descubre el sesgo más cotidiano del temido tribunal en relación a un punto de la entonces Castilla fronteriza con Valencia. Así podemos descartar tópicos y acercarnos mejor a la vida de nuestros antepasados.
Desde HISTORIARUM damos la enhorabuena a la ACAVM por su publicación, esperando que sea la primera de los próximos veinte años al menos, ya que en la aldea global nuestro pueblo siempre es el que nos brinda la hospitalidad del conocimiento.
Víctor Manuel Galán Tendero.