EL INTENTO DE CONQUISTA MUSULMANA DEL SUR DE ITALIA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.
Entre el 827 y el 843, los musulmanes se hicieron con el control de Sicilia, algo que para los poderes cristianos fue más grave que la conquista de Creta.
Antes de conquistar Mesina en el 843, los musulmanes ya habían hecho sentir su poder en el Sur de la península italiana. Habían tomado Brindis en el 838 y Tarento al año siguiente. En el 840, derrotaron a la armada de Venecia. Animados por esta victoria, conquistaron Bari en el 841. Desde esta posición, avanzaron hacia el Norte: saquearon Ancona y volvieron a vencer por mar a los venecianos en el golfo de Carnaro en el 842. Calabria fue atacada entonces con mayor insistencia, y en el 846 llegaron a saquear la misma Roma. Durante treinta años, Bari se convirtió en la capital de un emirato.
El nieto de Carlomagno, Lotario I, gobernaba Italia, y con la ayuda de la flota de Nápoles consiguió desalojar a los musulmanes de sus posiciones más avanzadas, al vencerlos en Gaeta. Entre el 848 y 849, Lotario I mandó a su hijo Luis II a combatir a los musulmanes en Apulia, donde consiguió algunas victorias. Sin embargo, no logró rendir Bari en el 852.
Más tarde, los musulmanes atacaron Benevento y Campania, y Luis II volvió a combatirlos en el 866. Al año siguiente, se alió con el emperador bizantino Basilio I, cuya flota se enfrentó a la musulmana en Ragusa, mientras los venecianos la derrotaban en aguas de Tarento. Los francos de Italia y los bizantinos asediaron infructuosamente Bari en el 869, que caería finalmente en el 871 con el auxilio de una armada croata. Los combates habían sido intensos.
Para saber más.
Giorgio Ravegnani, I Bizantini in Italia, Bolonia, 2004.