EL EJÉRCITO ESPAÑOL EN FILIPINAS ANTES DEL DESASTRE. Por Gabriel Peris Fernández.
Los héroes de Baler, los últimos de Filipinas, alcanzaron justo renombre, pero no fueron los únicos soldados españoles en el archipiélago, tan lejano de la Península.
En 1896 el ejército español disponía en todas las Filipinas de una fuerza de 18.000 hombres. La oficialidad era española y la tropa de procedencia española y filipina. Recordemos que en 1892 se desplegaban 20.000 soldados españoles en Cuba, posteriormente muy acrecentados.
Tal ejército no se repartió de manera uniforme, pues los principales efectivos se ubicaron en Manila y en Zamboanga en la isla de Mindanao, donde los moros ponían en riesgo la autoridad española desde hacía mucho.
Las fuerzas españolas en Filipinas se componían de siete regimientos de infantería, un batallón disciplinario, dos escuadrones de caballería, un regimiento de artillería de plaza, dos baterías de artillería de montaña, un batallón de ingenieros, una brigada de sanidad y una compañía de administración militar.
Asimismo, la Guardia Civil disponía de tres Tercios de indígenas, una sección de Guardia Civil veterana y tres compañías de carabineros.
Para acabar con la insurrección filipina se enviaron quince batallones de cazadores expedicionarios, formados en la Península con celeridad en muchos casos, lo que sumaba una fuerza total de 43.656 en los inicios del conflicto, el del fin de nuestra presencia imperial en Asia.