EL CABALLERO ANDALUSÍ FRENTE AL MAGREBÍ.
“Ha dicho Ibn Said… y la mayoría de los soldados entre nosotros, que, en Al-Ándalus, debe tener, cada uno, un caballo para montarlo él y otro para quien le lleva sus armas, mientras que en el territorio del Norte de África la cosa es más sencilla: la mayor parte de los soldados de Ifriquiya, del Magrib Medio y del Magrib Extremo, solo llevan un caballo.
“El caballero de Al-Ándalus va cubierto con cota de mallas, y si se trata de alguien de importancia y poder, su cabalgadura también lleva cota. Se defiende con una lanza gruesa y larga y con el escudo, de acuerdo a la costumbre de los cristianos que los combaten. En cambio, entre los caballeros bereberes, solo usan cota de malla los que gozan de prestigio y de poder; y no combaten con escudo ni lanza larga y gruesa, sino con sables y lanzas livianas, con las cuales golpean admirablemente, casi sin adarga, que en el Magrib se hace del cuero de un animal conocido como ante, adarga en la que rebotan los sables, las lanzas y la mayor parte de las flechas.
“Los caballeros de la campiña bereber del Magrib se conducen mejor en la cabalgadura que los caballeros de la campiña andalusí, porque al andalusí le pesan el escudo, la larga y pesada lanza y la cota de mallas, de modo que no puede moverse libremente, prefiriendo mantenerse firme y estarse con una coraza sobre su caballo. A veces tiene la montura unos ganchos que lo sujetan en el centro de aquélla, para que no caiga si es alanceado.
“Las monturas de los guerreros de Al-Ándalus son altas de arzón trasero, para preservar de los lanzazos, no siendo de esa forma las monturas de los bereberes.
“El estribo andalusí es largo, mientras que el bereber es corto.”
Cita de un texto de Ibn Said (1214-1286) en La vida cotidiana en la España musulmana de Fernando Díaz-Plaja, Madrid, 1993, pp. 140-141.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.