DOSCIENTOS ARTÍCULOS DE HISTORIARUM: EL INCESTO EN LOS ORÍGENES DE ARAGÓN.

25.09.2014 22:14

 

                El escándalo ha envuelto las relaciones entre familiares de primer grado, mereciendo la reprobación más severa en diferentes épocas por gentes distintas. Ganó nombradía entre los antiguos la historia del rey Gargoris, el fabuloso gobernante de los tartessios que fue capaz de poner los cimientos de la civilización entre los suyos y de abusar de una hija suya, con la que engendró a Habidis.

                Se desconoce si tal leyenda obedecería a un mal conocido uso de una remota casa real o sólo sería una forma de desacreditar la locura de un gobernante, incapaz de diferenciar entre el bien y el mal. En ciertas versiones medievales se presentó al emperador Constantino violando a su propia hija al recordarle a su difunta madre de joven. Todo un ejemplo de depravación del que los predicadores supieron obtener buen provecho al llamar a la contención.

                En la Hispania medieval también se recogió un relato polémico, que se presta a la interpretación. A principios del siglo IX los musulmanes habían retrocedido en las estribaciones del Pirineo central, y los francos habían ganado influencia gracias a la cooperación de magnates locales. En el valle del río Aragón y aledaños destacó Aznar Galíndez.

                        

                Tuvo dos hijos, Céntulo y Galindo, y dos hijas: Matrona y Ailona. Por razones de prestigio y de poder decidió casar a Matrona con el conde García el Malo, que dominaba parte de Sobrarbe. El enlace se realizaría un día de San Juan en la villa de las Bellostas, y sellaría la alianza entre los dos magnates del Pirineo. Sin embargo, aquella jornada de año incierto las cosas sucedieron de otro modo. El novio fue encerrado en un granero por sus futuros cuñados entre la algazara, y Céntulo yació con su hermana a punto de desposarse.

                Puede que se trate de una leyenda truculenta o quizá contenga algo de verdad. Abilio Barbero y Marcelo Vigil la interpretaron en clave de supervivencia de un sistema endogámico que se resistía a fenecer. Desde esta perspectiva, Céntulo intentó conservar su autoridad empleando la tradición local.

                El burlado novio no permaneció impasible ante la humillación, y contrajo matrimonio con la hija de otro potentado del Pirineo, Íñigo Arista el vascón de Pamplona, en buenas relaciones con los Banu Qasi de Tudela, antiguos magnates hispano-visigodos convertidos al islam. Tal coalición derrotó a un maltrecho Aznar Galíndez, que sólo pudo contar con un insuficiente apoyo de los francos, que lo compensaron de sus derrotas con los condados de Urgel y Cerdaña.

                La ocurrencia de Céntulo, de ser cierta del todo, tuvo importantes consecuencias al vincular estrechamente a aragoneses y navarros en sus comienzos, debilitando el poder del imperio carolingio al Sur de los Pirineos. ¿Quién apetecería de Juego de tronos conociendo nuestra revuelta Historia Medieval?

                Víctor Manuel Galán Tendero.