03.10.2016 08:53
“Las tropas de esta sultana están formadas por unos mil hombres, casi todos extranjeros, aunque hay algunos nativos. Todos los días van al dar, ofrecen sus servicios y se retiran. La soldada se la pagan en arroz, que les reparten todos los meses en el bandar; a fin de mes, se presentan en el dar, saludan y le dicen al visir: Haz llegar a la sultana nuestros respetos y hazle saber que hemos venido a pedir nuestra soldada. Y entonces, sin dilación alguna, se dan las órdenes necesarias para ello. El cadí y los funcionarios, que aquí se llaman visires, también van todos los días al dar, ofrecen sus respetos por medio de los eunucos y se retiran.”
Ibn Battuta, A través del Islam. Edición de Serafín Fanjul y Federico Arbós, Alianza Editorial, Madrid, 2005, pp. 702-703.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.
