"Durante largo tiempo he tenido el deseo -que haré patente cuando Dios quiera- de reconquistar el Sepulcro de Nuestro Señor por amor a Él, y de llevar con Nos tan numerosa hueste que el Sarraceno no podrá vencer, para humillar de tal suerte a los enemigos de Dios y exaltar Su santo nombre. Sabed que puedo hacerlo sobradamente, pues nuestros dominios se extienden por las Tres Indias, de las que habréis oido hablar, y de nuestro señorío abarca desde aquella India que me hizo rey, donde descansa el apostol Santo Tomás, hasta los confines del Oriente. Y luego, extrañamente, retrocede hasta Babilonia la Desierta, cuyos caminos ciertamente son poco seguros, hasta llegar a la Torre que llaman de Babel, abandonada hace ya tanto tiempo que en aquella región sólo hay bestias salvajes: quién allí se quede a vivir no se sentirá muy a su agrado."
ANÓNIMO DEL SIGLO XII, La carta del Preste Juan. Edición de Javier Martín Lalanda, Ediciones Siruela, Madrid, 2004.
(Introducido por César Jordá Sánchez y Víctor Manuel Galán Tendero).