DOCUMENTO HISTÓRICO. La enemistad entre españoles europeos y criollos en el Perú del siglo XVIII.
“En todo el Perú es una enfermedad general que padecen aquellas ciudades y poblaciones la de estas dos parcialidades, aunque a veces se advierte en ellas alguna pequeña diferencia, por ser el escándalo en algunas ocasiones menor que en otras. Es tan general este achaque que no se libertan de él las primeras cabezas de los pueblos, las dignidades más respetables ni las religiones, pues ataca las personas más cultas, políticas y sabias. Las poblaciones son el teatro público de los dos partidos opuestos, los cabildos donde desfoga su ponzoña la enemistad más irreconciliable, y las comunidades donde continuamente se ven inflamados los ánimos con la violenta llama del odio; hasta en las casas particulares, donde la ocasión del parentesco llega a hacer de enlace de europeos y criollos, no son menores depósitos de iras y de contrariedad; de modo que bien considerado esto, sería poco llamarlo purgatorio de los ánimos, pues pasa a ser infierno de sus individuos, apartando de ellos enteramente la tranquilidad, y teniéndolos en un continuo desasosiego con las batallas que suscitan las varias especies de discordia, que sirven de alimento al fuego del aborrecimiento.
“Las ciudades y las poblaciones donde sobresalen más los escándalos de estas parcialidades son las de la serranía; lo cual proviene sin duda del ningún comercio de forasteros que hay en ellas, porque en las ciudades de valles donde es más extendido el trato con extranjeros del país, aunque sus habitadores no dejen de alimentar interiormente alguna displicencia unos con otros, no la hacen tan pública como en aquéllas, donde no se puede divertir con otros asuntos que el de la parcialidad.
(…)
“Aunque las parcialidades de europeos y criollos pueden haber originado de muchas causas, se descubren dos que parecen más esenciales; estas son la demasiada vanidad y presunción que reina en los criollos, y el miserable y desdichado estado en que llegan regularmente los europeos cuando pasan de España a aquellas partes. Estos mejoran de fortuna con la ayuda de otros parientes o amigos, y a expensas de su trabajo y aplicación, con lo cual dentro de pocos años están en aptitud de recibir por mujer a la más elevada en calidad de toda la ciudad; pero como aún no se ha borrado de la memoria el infeliz estado en que lo conocieron, a la primera ocasión de algún disgusto entre él y los parientes, sacan al público todas las faltas sin la más leve reflexión, y quedan enardecidos los ánimos para siempre: los otros europeos se inclinan al partido del paisano ofendido, los criollos al de sus compatriotas, y así se renuevan en la memoria aquellas semillas que se sembraron en los ánimos desde tiempos antiguos.”
Jorge JUAN y Antonio de ULLOA, Noticias secretas de América, Ediciones Istmo, Madrid, 1988, pp. 416-417.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.