DOCUMENTO HISTÓRICO. La emoción de dominar Valencia.
El Cid entra en Valencia en compañía de su esposa y de sus hijas.
“Vós, querida mugier e ondrada
E amas mis fijas, mi coraçón e mi alma,
entrad comigo en Valençia la casa,
en esta heredad que vos yo he ganada.
Madre e fijas las manos le besavan,
a tan grand ondra ellas a Valençia entravan.
Adeliñó Mio Çid con ellas al alcáçar,
allá las subié en el más alto logar.
Oios vellidos catan a todas partes,
miran Valençia cómo iaze la cibdad
e del otra parte a oio han el mar,
miran la huerta espessa es e grand;
alçan las manos por a Dios rrogar
d´esta ganancia cómo es buena e grand.”
POEMA DE MÍO CID. Edición de Ian Michael en Clásicos Castalia (Madrid, 1984). Versos 1604-1617, pp. 189-190.
La emoción de Jaime I por ser el señor de Valencia.
“E quan venc altre dia a hora de vespres enviam a dir al rei e a Raiç Abulhamalet, per tal que sabessen los cristians que nostra era València, e que negun mal no els faessen que metessen nostra senyera en la torre que ara és del Temple. E ells dixeren que els plaïa. E nós fom entre la rambla e el reial e la torre. E, quan vim senyera sus en la torre descavalcam del cavall, e endreçam-nos vers orient, e ploram de nostres ulls, e besam la terra per la gran mercè que Déus nos havia feita.”
JAUME I, Crònica o Llibre del feits. Edición de Ferran Soldevila en Edicions 62 (Barcelona, 1982). Capítulo 282, p. 263.
En homenaje de mi padre Vicente Plaza Rivero, valenciano que quiso tanto como el Cid a su mujer y a sus hijos e hijas.
Selección de María Amparo Plaza García.