07.09.2016 11:07
“Andados 16 años del reinado del rey don Fernando el Magno -y fue esto en la era de 1069 años, y andaba entonces además el año de la Encarnación del Señor de 1031, y el de Conrado emperador de Roma en 12-, en este año dicho rey don Fernando el Magno pues que se vio muy bienandante y seguro ya en su reino, sacó su hueste para ir a conquistar Portugal y Lucena, que es tierra de Badajoz y de Mérida, que tenían aún entonces los moros. Y luego de la primera mató muchos de ellos, y así tomó Senna y Gouveia que están en Portugal, y otros castillos que se encuentran a su alrededor; pero a esta pleitesía: que se quedasen allí los moros que entonces eran sus moradores, y que fuesen sus vasallos, y que diesen a él los derechos que al señorío tenían que dar. Se alzó y se fue para Viseu y la cercó. Y en la villa había muchos ballesteros, y para que no les pudiesen hacer mal las saetas ni estorbarlos, mandó el rey que pusiesen tablas sobre los escudos de los que combatían el castillo, y así mandó estar a las puertas poder de hombres armados que las guardasen. Y esto hacía el rey don Fernando según la historia cuenta por tomar venganza de la muerte del rey don Alfonso su suegro, padre que fuera de la reina doña Sancha su mujer y del rey don Bermudo su cuñado, y mataran allí a ese rey don Alfonso de una saeta así como ya hemos dicho antes. Y así fue que lidiando cada día la ciudad y combatiéndola de recio, la entraron y mataron allí muchos moros y cautivaron bastantes, y tomaran allí al ballestero que matara al rey don Alfonso su suegro, y lo condujeron ante el rey don Fernando, y le mandó sacar los ojos y cortar los pies y las manos. Y si más pena se le ordenó hacer, no lo dice la historia.”
Primera Crónica General de España, de Alfonso X. Edición de Ramón Menéndez Pidal, Madrid, Gredos, 1955, II, p. 486.
Selección y adaptación al castellano actual de Víctor Manuel Galán Tendero.
