DOCUMENTO HISTÓRICO. El brutal trato de los varegos a sus jóvenes esclavas.

02.08.2015 00:04

                “Llegan de su país del Norte, anclan sus barcos a orillas del Volga y allí construyen grandes casas de madera. En cada una de esas moradas viven del orden de diez a veinte años. Cada varón que allí habita dispone de un lecho, donde reposa con las jóvenes más hermosas que dispone para vender. Allí goza de alguna de ellas a la vista de sus amistades. A veces son varios los que yacen a la vista de los demás. Cuando acude un mercader a comprar una de las jóvenes y la encuentra en manos de su amo, no emprende nada hasta que se consuma su voluntad.

                (…)

                                            

                “Cuando fallece uno de sus jefes, su familia requiere a una de las jóvenes. ¿Quién de vosotras morirá con él? Responden una y ya no hay marcha atrás. Siempre se ofrece una de las mozas.

                “En cuanto al caso del jefe que murió una joven respondió lo haré yo. A continuación fue entregada a otras dos mozas para su custodia y la acompañaban siempre donde fuera. Mientras las gentes preparaban los ropajes funerarios del difunto, la joven se entregaba con alegría a la bebida y a los cantos desenfadados.

                “Al llegar el día en que el difunto y la joven serían consumidos por las llamas, me acerqué a la orilla del río donde estaba la nave, ya dibujada en la tierra. El difunto aún yacía a cierta distancia y se dispuso su lecho en la nave, cubierto con una rica colcha griega dorada y con almohadas del mismo estilo. Una mujer, a la que llamaban el ángel de la muerte, extendió sobre el lecho varios objetos. Ella mataría a la joven.

                “Convocaron al difunto y le vistieron. Lo condujeron a la nave, disponiéndolo sobre la colcha, acomodándolo a las almohadas y depositando a su lado bebidas espirituosas, hierbas y frutas. También le trajeron un gallo y una gallina, a los que sacrificaron.

                “La joven mientras tanto caminaba de un sitio para otro de las tiendas de campaña alzadas alrededor. Al entrar en cada una su ocupante yacía con ella y le decía Dile a tu amo que así lo hago por amor.

                “Era la tarde del viernes y condujeron a la joven a una especie de marco de una puerta. La elevaron y la bajaron varias veces. Le entregaron una gallina cuya cabeza habían cortado. Le ofrecieron una bebida muy fuerte y le amonestaron para que la consumiera con rapidez. Tras ello, la joven se encontró aturdida. En este preciso momento los guerreros golpearon con saña sus escudos para ahogar sus gritos, capaces de disuadir a otras jóvenes de acompañar a sus amos.

                                            

                “Los guerreros la tomaron por sus manos y pies y la anciana conocida como el ángel de la muerte le anudó una cuerda en el cuello, ofreciendo sus extremos a dos hombres para que la tensaran. Con una amplia daga le apuñaló entre las costillas a la par que los hombres la estrangulaban. Así murió la joven.

                “Los familiares del difunto se acercaron y tomando una tea incendiaron la nave. Pronto se convirtió en llamas, al igual que el lecho, el jefe, la joven y todo lo que había allí.”

                                            

                Ahmad IBN FADLAN, Letters On the Vikings en www.sammustafa.com/Resources/Fadlan.

                Ibn Fadlan ha sido mejor conocido por el público español gracias a la interpretación de Antonio Banderas en la película El guerrero número 13 (1999), una cinta de aventuras con fuertes dosis de exotismo. Desde un punto de vista histórico participó en el 921 en una fallida embajada que el califa de Bagdad envió al gobernante búlgaro del Volga sometido al imperio kházaro. Los enviados cayeron en manos de los vikingos de la región del Volga, los varegos o vikingos de origen sueco que fueron sometiendo a distintas poblaciones eslavas, punto de arranque según muchos historiadores del moderno pueblo ruso. En su relato, Ibn Fadlan nos muestra el despiadado trato infringido a sus jóvenes esclavas. El derrumbamiento de la Unión Soviética ha reactivado con brutalidad la explotación sexual de demasiadas mujeres en esta región del mundo, lo que denunciamos desde HISTORIARUM como un abyecto ataque contra los derechos humanos.  

                Selección, traducción del inglés y adaptación al castellano de Víctor Manuel Galán.