DOCUMENTO HISTÓRICO. Cómo conviene prevenir las revueltas de los soldados.
"A veces un ejército formado por soldados de distinta procedencia provoca un tumulto y finge montar en cólera por no ser llevado al combate, cuando en realidad no quiere luchar. Este comportamiento lo muestran sobre todo aquellos que han pasado mucho tiempo ociosos y entre comodidades en las guarniciones. Así pues, irritados por la dureza de una fatiga a la que no están acostumbrados y que es inevitable soportar durante una campaña y temerosos del combate dado que han abandonado el entrenamiento en el uso de las armas, se lanzan a una osadía de tal cariz.
"A esta herida se le suele aplicar una combinación de medicinas; el tiempo que permanezcan aislados en las guarniciones deben estar sujetos a todo tipo de instrucción supervisada con estricta rigurosidad por tribunos, lugartenientes e incluso oficiales, y no prestarán atención a otra cosa que no sea la obediencia y la compostura (...).
"Y si lo extremo de la situación recomienda la medicina de la espada, según la costumbre de nuestros antepasados lo más correcto es castigar a los responsables de los delitos, de modo que el miedo les afecte a todos pero el escarmiento a unos pocos. Sin embargo tienen más mérito los comandantes cuyo ejército está atemperado por el esfuerzo y la dedicación que aquellos otros cuyos soldados muestran sumisión por el temor de las represalias."
FLAVIO VEGECIO RENATO, Compendio de técnica militar. Edición de David Paniagua Aguilar, pp. 251-252, Madrid, 2006, Ediciones Cátedra.
(Selección de Víctor Manuel Galán Tendero).