CRONOLOGÍA DEL ANTIGUO EGIPTO. Por Javier Fragio Vilar.
La complicada cronología egipcia ha dividido frecuentemente a los historiadores, partiéndose de la elaborada por el sacerdote egipcio del siglo III a. C. Manetón para el faraón Ptolomeo II, de orígenes griegos. Depositada en la Biblioteca de Alejandría, su original se perdió durante el gran incendio del 49 a. C., teniendo noticia de ella a través de otros autores.
Desde bien temprano se contrapuso el Bajo Egipto agrícola y comercial, representado por la cobra, con el Alto Egipto ganadero y más rico, el del buitre, siendo unidos por el rey Menes, el primer señor de las dos tierras. A partir de él la Historia egipcia se acostumbra a dividir en distintos períodos.
Del 3000 al 2800 a. C. se extendió el período tinita, el de la formación del Estado gracias a la escritura y el calendario. Hasta el 2040 a. C. se dilató el Imperio Antiguo, cuya capital se emplazó en Memphis. Tras un tiempo de esplendor comenzó la decadencia del primer período intermedio, el de la disolución social.
Bajo el Imperio Medio (hasta el 1580 a. C.) la capitalidad estuvo en Tebas. La invasión hiksa procedente de Siria le puso su punto final. Tras su expulsión de Egipto se forjó el Imperio Nuevo (hasta el 657 a. C.), destacando las dinastías XVIII (con Amenofis IV, que llega a cambiar la capital a Amarna), XIX (la del gran Ramsés II) y la XX. Tras una nueva época de crisis empezó la Baja Época, con momentos interesantes como el saíta, seguido de las conquistas de persas y griegos.
Alejandro Magno comenzó la época helenística (330 a. C.-30 d. C.). A su muerte el poder pasó a su lugarteniente Ptolemeo, fundador de la dinastía de la célebre Cleopatra VII, derrotada en la batalla de Accio por Roma, la nueva ama del viejo Egipto.