CIFRAS CON HISTORIA. El sector primario español de 1900 a 1931.
Entre 1900 y 1931 el sector primario español experimentó un importante crecimiento en términos económicos, que podemos cuantificar en millones de pesetas a partir de las estadísticas históricas ofrecidas por la Fundación Banco Exterior:
Actividades |
1900 |
1910 |
1922 |
1931 |
Agricultura |
3.390 |
3.784 |
8.524 |
9.096 |
Montes, dehesas y pastos |
416 |
316 |
644 |
491 |
Ganadería |
580 |
883 |
2.088 |
2.251 |
Fuente: María Teresa PÉREZ PICAZO, Historia de España del siglo XX, Crítica, Barcelona, 1996, pp. 166-167.
La expansión de la agricultura fue especialmente importante entre 1910 y 1922, coincidiendo con la favorable coyuntura exportadora de la Gran Guerra para una España neutral. En este último intervalo los cereales y las leguminosas pasaron de rentar 2.045 a 4.503 millones de pesetas, el viñedo de 385 a 792 millones, el olivar de 233 a 648 millones, y las plantas hortícolas de 25 a 610 millones. Sin embargo, la extensión de la superficie agraria española no aumentó en la misma proporción entre 1900 y 1931, ya que pasó de 17.822.000 hectáreas a 21.964.000. La productividad aumentó en un 1´87 por 100 frente al 1´05 de los servicios y al 0´81 de la industria.
Los montes, dehesas y pastos no vivieron una coyuntura alcista semejante, pero la ganadería sí en sintonía con las necesidades de la nueva sociedad. De 1910 a 1922 la lana produjo entre 46 y 79 millones de pesetas, pero la leche pasó de 311 a 763 y la carne de 526 a 1.246, resultado de la creciente especialización de la España cantábrica y de la mayor integración de la ganadería en las explotaciones agrarias a través de la estabulación (evidente en las huertas de Valencia y Murcia), paralelamente a la disminución de los pastos naturales y de la privatización de los montes.
Los beneficios del crecimiento agropecuario español se distribuyeron de manera desigual, dada la dispar distribución de la propiedad en las diversas regiones del país, según evidencia la ratio entre obreros y patronos agrícolas de 1920:
Territorios |
Cociente |
Andalucía Oriental |
9 |
La Mancha y Extremadura |
8´9 |
Andalucía Occidental |
8´3 |
País Vasco y Navarra |
4 |
Valencia y Murcia |
3 |
Castilla la Nueva |
2´8 |
Cataluña |
2´5 |
Aragón y La Rioja |
1´9 |
Castilla la Vieja |
1´6 |
Galicia y Asturias |
1´6 |
León |
1 |
Fuente: op. cit., p. 170.
Los estudios recientes sobre las condiciones de los grupos trabajadores del campo hacen hincapié en la importancia de la comarca como marco laboral, el lento descenso de la mortalidad infantil (dado el fuerte impacto de las dolencias gastrointestinales) y la reducción menor del analfabetismo en relación al mundo urbano, aunque también se ha podido constatar el intento de difundir los conocimientos agrarios entre un sector creciente de la población rural. Las cifras demográficas de varias localidades de fuerte actividad agraria acreditan el mencionado auge entre 1900 y 1930, extensible en algunos casos al período que abarca de 1930 a 2016, de fuerte éxodo rural en muchos territorios:
Años |
Requena |
Daroca |
Calatayud |
Almazán |
Aranda del Duero |
Alcalá la Real |
1900 |
16.271 |
3.493 |
11.352 |
2.931 |
5.549 |
15.948 |
1930 |
17.754 |
3.857 |
15.167 |
3.364 |
7.977 |
21.377 |
2016 |
21.554 |
2.087 |
20.191 |
5.965 |
32.621 |
21.758 |
Fuente: Instituto Nacional de Estadística.
Los problemas políticos coetáneos no impidieron, en suma, la aparición de una nueva España en los campos, que se hará todavía más visible a partir de 1959.
Víctor Manuel Galán Tendero.