CIFRAS CON HISTORIA. Cristianos y musulmanes en la Creta turco-otomana (1687-1913).
La complejidad cultural ha sido consustancial a la Historia del Mediterráneo Oriental, donde pueblos muy distintos han colisionado y convivido. Bajo el dominio otomano esta diversidad se mantuvo, como demuestra el caso de la isla de Creta.
En 1687, pocos años después de la definitiva conquista turca y de la expulsión de los venecianos, se constataron 30.000 musulmanes y 50.000 cristianos, pero en 1760 se contabilizaron 200.000 musulmanes y 60.000 cristianos. En la isla el comercio y el cultivo del cereal y del olivo tuvieron una gran importancia.
El despertar del nacionalismo griego y la desarticulación de la hegemonía turca a lo largo del siglo XIX, con el desprendimiento de Egipto de la autoridad de Constantinopla, tuvo repercusiones. En 1881 los musulmanes eran 73.224 y los cristianos 205.010. La situación se había invertido en relación a 1760, pero el declive musulmán se hizo más acusado en 1911, tras el estallido de la gran revuelta greco-cristiana de 1897. Frente a 27.852 musulmanes se emplazaron 307.832 cristianos. Las autoridades turcas concentraron a la población islámica en las principales ciudades. Se pretendía evitarles los peligros de las montañas. Lo cierto es que en 1913 Creta se incorporaría finalmente a Grecia, en lo que fue uno de los episodios del largo enfrentamiento greco-turco.
Verónica López Subirats.