CHAMPLAIN PARTE PARA LA AMÉRICA ESPAÑOLA.
“Yo resolví, con el fin de no quedar ocioso, encontrar los medios de hacer un viaje a España y una vez allí adquirir y cultivar relaciones con el fin de poder embarcar en uno de los navíos que el rey de España envía a las Indias Occidentales todos los años: todo ello con la finalidad de poder hacer a Su Majestad un verídico relato, a mi regreso, de las particularidades que no pudieran ser conocidas de ningún otro francés por razón de no tener libre acceso a dichas regiones.
“Para cumplir mi designio marché a Blavet, donde había una guarnición de españoles y donde encontré a un tío mío llamado el capitán Provenzal, que pasaba por ser uno de los mejores marinos de Francia y había sido contratado aquel año por el rey de España como piloto general de sus armadas.
“Recibió dicho tío mío una orden del señor mariscal Brissac para que condujese los barcos en que habían embarcado los españoles de guarnición en Blavet para ser devueltos a España como había sido prometido, y yo embarqué con él a bordo de un gran navío de quinientas toneladas, tomado y contratado para tal viaje, que se llamaba el Saint Julian.
“El capitán Provenzal, mi tío, fue retenido por el general Zubiaur para servir en otra parte, de forma que no le fue posible efectuar el viaje, y me dejó a cargo de dicho barco para tener cuidado de él, lo cual yo acepté de buena gana, tras de lo cual fuimos a ver a dicho señor general Colombe para saber si le agradaría que yo hiciera el viaje, en lo que consintió libremente, con muestras de complacerle mucho y prometiéndome su favor y ayuda que hasta ahora no me ha negado en ninguna ocasión.”
Citado por L. A. Vigneras, “El viaje de Samuel Champlain a las Indias Occidentales”, Anuario de Estudios Americanos, Sevilla, 1953, X, pp. 457-500.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.