ALFONSO X FUSTIGA A LA ALTA NOBLEZA.
“Don Fernando: vi la carta que me enviasteis y las que os envió el maestre de Calatrava que le mandaron los ricos hombres que están en Granada…
“Y sabed, don Fernando, que cuando esas cartas me llegaron, estaba en Ávila para tratar con los concejos de León y Extremadura, y tuve enfermedad de catarro, frío y calentura, lo que lamenté mucho, porque en tal tiempo acaecía, y tuve gran pesar cuando entendí lo que las cartas decían.
“Y a lo que decís que los maestres os aconsejaron, bien os debéis guardar de las maestrías del maestre de Uclés en creer tal consejo como éste, porque es uno de los hombres mundanos que más aconsejó a esos ricos hombres a que hicieren lo que hicieron; y mandándole yo que fuera derechamente al reino de Murcia, a donde servía a mí y a vos, no lo quiso hacer…
“Y del maestre de Calatrava os digo que como quiera que yo le amo y le tengo por hombre bueno, sé cómo todo ello es cosa de Lope Díaz y todo su linaje…
“Y don Fernando, quiero ahora de este hecho cómo es y cómo se ha llegado, y lo que menester se debe hacer…
“Estos ricos hombres no se movieron contra mí por razón de fuero, ni por agravio que les infringiera, porque el fuero nunca se lo anulé. Incluso si se lo hubiera anulado, pues antes se lo otorgaba, más pagados deberían estar y quedar bien contentos. Incluso si el agravio mayor del mundo les hubiera hecho, se lo hubiera enmendado a su solicitud…
“Además por bien de la tierra no lo hacen, porque ello no lo querría ningún otro tanto como yo, pues mía es la heredad. Ellos no tienen otro bien en ella si no las mercedes que les hacemos, pero la razón que hicieron fue ésta: por querer tener siempre a los reyes apremiados y quitarle lo suyo, pensando y buscando vías dolosas por donde los desheredasen y deshonrasen, como las buscaron aquellos de donde vienen. Porque si los reyes los criaron a ellos, lucharon ellos para destruirlos y arrebatarles los reinos a algunos reyes siendo niños…
“Este es el fuero y el bien de la tierra que ellos siempre quisieron, como malos y falsos naturales; y ahora podéis entenderlo, porque todas las cosas que me movía hacer, las tiraban después, señaladamente la ida del Imperio, que es lo más…
“Y además quieren que no podamos avenirnos con los moros a menos de su mediación…
(…)
“Y pues ellos así actúan, que cuando les otorgamos lo que quieren más piden, de aquí adelante tendrán que hacer lo que les mande, sin tierra y sin más, e incluso cuando traten de hacer pleitesía, nunca otra cosa sea admitida ni escuchada.”
Carta de 1273, contenida en la Crónica del rey don Alfonso décimo.
ALFONSO X. Antología a cargo de Esther San Pastor, Madrid, 1986, pp. 223-227.
Selección y adaptación al castellano actual de Víctor Manuel Galán Tendero.