29.09.2019 15:47
“Alfonso, etcétera.
“A todos y cualesquiera de sus amados y fieles oficiales, presentes y futuros, que leyeren las presentes, saludo etcétera.
“Ha llegado a nuestro conocimiento por parte de algunos judíos de Uncastillo y de ello se deduce que, por causa de la persecución que hace poco ha surgido en el reino de Navarra contra los judíos de dicho reino, algunos de esos mismos judíos huyen aterrorizados desde allí a nuestras tierras, en la que tienen refugio y ayuda, y especialmente algunos de ellos vinieron y vienen por ello al citado lugar de Uncastillo, y algunos de estos navarros, así como algunos de nuestros reino, bajo el nombre o apariencia de los dichos navarros, tratan mal a los judíos mismos dentro de las fronteras de nuestro reino tanto a sus personas como a sus cosas e incluso les dañan.
“Además, dado que en dicho lugar de Uncastillo existe, como se sabe, una universidad de estudio de gramática en el que algunos alumnos, como se dice, estudian los navarros, según se cuenta, junto con algunos otros asisten con el fin de hacer daño no solamente a los judíos que allí residen con nosotros en dicho lugar, deseamos que se proteja y defienda a los judíos que lleguen a nuestro centro docente y muy especialmente el próximo cercano Viernes Santo y, como consecuencia de las súplicas hechas a Nos por algunos de ellos, os pedimos y ordenamos expresamente que defendáis forzosamente a los citados judíos y a cualesquiera otros que residan en dicho lugar de los daños, molestias y violencias de quienes fueran, reteniendo a los escolares ya citados y a todos los demás de nuestra tierra para que no dañen ni ofendan de modo alguno a los mismos judíos, de lo contrario que procedáis contra ellos. Esto ciertamente ni lo cambiéis ni lo retraséis si es que confiáis en nuestra gracia o afecto. Dado en Zaragoza, 22 de marzo del año del Señor de 1327.”
Publicado por Fernando Díaz-Plaja en Historia de España en sus documentos. Siglo XIV, Madrid, 1992, p. 119.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.
